Pese a que en 2013 se creó el Instituto de Lengua Chiquitana (ILCH) para promover, desarrollar y fortalecer la lengua nativa Bésiro, hoy en día solo quedan siete mil hablantes, aproximadamente en toda la Chiquitanía.
La mayoría de los que aún utilizan el idioma originario son los adultos mayores. Las nuevas generaciones solo aprenden lo básico, obligados para postular algún cargo en la función pública”, afirmó Juan Bailaba Parapaino, coordinador del ILCH.
No obstante, desde que funciona el ILCH con sede en Concepción, al menos once mil personas aprendieron lo esencial del idioma, pero las estadísticas de los que dominan totalmente el bésiro “es débil”, indicó.
El viernes 21 de febrero, se conmemoró el Día Internacional de la Lengua Materna y Día Nacional de la Lenguas Indígenas Originarias Campesinos Afrobolivianos, para cuyo efecto el ILCH organizó actos en Concepción y la comunidad Monte Verde.
En la oportunidad se hizo énfasis en la necesidad de revitalizar el idioma Bésiro como identidad de las cinco provincias chiquitanas, afirmó María Jesús Mengarí, docente del ILCH.
“Lamentablemente el Bésiro está muy débil, debido a la migración a las ciudades y la falta de práctica desde la familia. San Antonio de Lomerío es la cuna de la lengua”, explicó Mengarí.
Sin embargo, a través de los cursos a nivel básico, intermedio y avanzado que imparte el Instituto de Lengua Chiquitano, en toda la región, se ha logrado enseñar lo básico a alrededor de once mil jóvenes desde 2013, refirió.
Mengarí dijo que el Bésiro, así como las demás lenguas nativas en cada región del país, debería ser una materia oficial en las unidades educativas para evitar su extinción.
*Fuente: Radio Chiquitanía
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