El alcalde de Montero Regys Medina ratificó este martes que no existen razones para que los transportistas incrementen a Bs. 3 el costo del pasaje en el área urbana de la ciudad.
Esta postura municipal se manifestó luego de la marcha protagonizada por los trabajadores gremiales por cuenta propia y vecinos de diferentes distritos de la ciudad, en protesta contra del aumento de los precios de la canasta familiar y de la tarifa del transporte urbano.
La marcha culminó frente a la puerta de ingreso de la alcaldía municipal, donde fueron recibidos por el alcalde Regys Medina. Durante el encuentro, el alcalde expresó ante los manifestantes, la preocupación de los montereños con el cobro arbitraria de Bs. 3 por parte del transporte público urbano.
“Vemos que la tarifa (de 3 bolivianos) no refleja la realidad cuando en otros municipios como la capital cruceña, el pasaje está en 2,30; municipio como Sacaba que está por debajo de los dos bolivianos y en la ciudad de La Paz, están siendo sancionados a quienes están cobrando 2.50 bolivianos” dijo la autoridad municipal
Medina instó a los transportistas a solidarizarse con el pueblo y analizar la realidad de la capital cruceña, donde los tramos del transporte público son más largos, la gasolina no ha subido de precio y la mayoría de los vehículos del transporte público funcionan a gas.
El alcalde también invitó a los transportistas a dialogar y a presentar su estudio de costos, fundamentando las razones por las cuales incrementaron unilateralmente el pasaje a tres bolivianos, recordando que en ningún municipio del país están en ese precio.
“Este (3 bolivianos) sería el precio más caro del pasaje en toda Bolivia, le pedimos a los transportistas que se pongan la mano al pecho, que vengan, que dialoguen y que muestren su estudio de costos” afirmó la autoridad municipal al remarcar que la Alcaldía Municipal siempre estará con el pueblo y trabajando con los diferentes sectores.
Aseguró que continuarán los controles respectivos sobre la tarifa del transporte público como también de la canasta familiar, para evitar que se siga metiendo de manera arbitraria la mano al bolsillo del montereño.