En una sola cuadra de la calle 24 de Septiembre entre Pastor Díaz, de mucho tránsito de vehículos y transeúntes. Un indigente duerme plácidamente sin importar dónde está. A poca distancia en la misma cuadra hay otra persona en similar condición.
Indigentes en las calles de una ciudad cuyos habitantes parecen haberse habituado a estos hombres y mujeres que por alguna razón que desconocemos y que no podemos juzgar, caen en desgracia y viven aislados de la sociedad sin que nadie pueda hacer algo por ellos.
No podemos culpar a nadie por la permanente llegada de estas personas, a quienes las traen y las abandonan o llegan por su propia cuenta. Pero la ciudad y sus autoridades tienen que hacer algo por cortar esta situación, o seguiremos viendo indolentes lo que ocurre con nuestra ciudad.

Hace algún tiempo, el Gobierno Municipal entregó instalaciones del ex albergue para hijos de trabajadores zafreros a la organización Hombres Nuevos del padre Castellanos, para acoger y en su caso ofrecerles el tratamiento que corresponda a estas personas; un proyecto aparejado con el traslado del centro de personas con parálisis cerebral. En la entrega estuvo presente el alcalde y el Gobernador Camacho.
Se desconoce hasta el momento si aquello se concretó o si se tienen avances. Pero creemos que es tiempo de que las calles de Montero ya no sean albergue de indigentes, que son muchos, y que se acaben estas penosas imágenes en pleno centro de la ciudad. ¿A quien corresponde responder por esta situación?. Le hacemos un llamado para dar una solución a este problema.
RLO/mn
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