*Escrito por Gina Mendía
A la hora del desayuno, en la mesa de los ignacianos se exhibe con decoro una formidable taza de chocolate caliente. Fácilmente se confunde con otra taza de agua fría del grifo, proveniente del Guapomó.
El vicepresidente de la Sociedad de Ingenieros de Santa Cruz, Roly Mancilla, acompañado de los ingenieros químicos Henry Arancibia y Eddy Torreú, informó que las aguas de la represa presentan contaminación mínima de diez grados.
Una comisión de profesionales responsables del estudio procedió a obtener las muestras respectivas en diez áreas que fueron analizadas por el laboratorio de la Universidad Gabriel René Moreno.
A fin de evitar que se constituya en una amenaza cancerígena recomendó hervir el agua antes de consumirla, así como rediseñar la planta de tratamiento de agua potable; gestionar una ley para declarar zona de protección las subcuencas que alimentan el embalse, además de implementar un plan de preservación y mantenimiento del manantial.
El agua color chocolate intenso salía del grifo ayer a las 9 a.m., pero la gente ya está acostumbrada a ver y convivir con un panorama incierto, carente de voluntad de los responsables y autoridades para solucionar un peligroso problema de salubridad.
¿La represa está contaminada por los residuos resultantes de la limpieza de los tanques de almacenamiento de agua y filtros? ¿Por qué?
En verdad, todos cuestionan e insisten en conocer si lo que extraen durante la limpieza ¿es suciedad y lodo pestilente?
¡Si! Lodo pestilente es lo que consumen los pobladores, como si fuera agua potable filtrada. A esa estafa se suman las miles de bacterias e insectos que a simple vista se observan cuando una mamá afligida debe colar con esmero el líquido elemento antes de cocinar, por temor a que toda su familia sufra una grave enfermedad.
De acuerdo al enérgico reclamo a Coosiv, los ignacianos se informaron que los residuos o pestilencias se depositaban nuevamente a las aguas de la represa, justo en el mismo lugar donde se ubicaban las bombas que succionaban el agua. «Por orden expresa de Coosiv el trabajo se realizaba en horario nocturno para que la población no observe los deshechos contaminantes que retornaban a la laguna», explicó Armando Landívar cuando reclamó a uno de los directorios de la cooperativa.
Los pozos artesianos no funcionaban al servicio de la población y no se racionalizaba el agua.
Hace varios años que las comunidades del municipio padecen escasez de agua, ya que los atajados y pequeñas represas no se llenaban, ocasionando pérdidas en los cultivos de maíz y afecciones en los hatos ganaderos y la fauna.
Luego de los incendios forestales, en el año 2020 no llovió y se observó preocupación entre los comunitarios por las bajas precipitaciones fluviales en la zona. Dependían de la agricultura para el autoconsumo de las familias.
El agua oscura del dispositivo salía más negra que de costumbre. No servía para lavar platos porque fluía con mayor cantidad larvas e insectos.
Actualmente es inaceptable para beber, cocinar, así como para lavar la ropa, los baños, los servicios domésticos y los dientes porque la boca se contaminaría y la blanca dentadura se mancharía de un color y olor indeseable.
El alcalde Ruddy Dorado reveló que la amenaza de la salud data de más de 15 años por falta de una planta de tratamiento de agua, pero, en realidad, las consecuencias revisten 45 años precedentes.
Ante tal afirmación, los habitantes reclamaron al edil su ineficiencia como asambleísta (durante esos años) al no promover la captación de recursos para edificar la requerida planta de tratamiento.
La amenaza no sólo impactará en la salud sino también en la economía y el flujo turístico y hotelero, tomando en cuenta el desencanto que sufrirán los visitantes nacionales y extranjeros al ver perplejos en el espejo sus rostros sucios cuando se laven con el agua contaminada de color chocolate.
El pueblo no está dispuesto a seguir soportando una larga agonía que además afecta a sus bolsillos porque pagan un servicio de agua que no satisface y no utilizan porque deben comprar agua filtrada que venden las empresas. Ha empezado a elevar su voz de rechazo y anuncia marchas de protestas por todas las calles hasta lograr que sus justos reclamos sean escuchados sin postergación e indiferencia por parte de los encargados de la administración y suministro del servicio de agua potable.
*Autor: Gina Mendía/Gimega
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