¡Bendita lluvia! Ayuda a limpiar el cielo y despejar el humo que nos estaba asfixiando

A las 5:00 de la madrugada de este jueves 26 de octubre comenzaron a caer las primeras gotas de una lluvia esperada que no parecía ser larga y suficiente para limpiar la atmósfera de la contaminación por el humo provocado por quemas indiscriminadas o por los incendios forestales en zonas aledañas, a las 7:15 volvió a llover y esta vez de manera más copiosa, abriendo la esperanza de contar en breves minutos con un cielo más puro y un aire respirable.

En los últimos días, Montero también afectado por la densa humareda tuvo que tomar determinaciones a través de su Comité de Operaciones de Emergencia Municipal (COEM) para proteger, principalmente a los niños y adolescentes que asisten a sus labores escolares y restringir sus actividades físicas para evitar afecciones en el sistema respiratorio, en los ojos y la piel.

Las últimas medidas del COEM, suspendieron las clases en unidades educativas hasta el viernes, a la espera de que el humo se disipe y sea más benigno con los niños y los adultos mayores, que son quienes sufren más por este tipo de contaminación ambiental.

Es de esperar que la lluvia hubiese caído también en territorio del Norte Integrado y las zonas afectadas por los incendios forestales como Portachuelo y Yapacaní, porque el agua que cae del cielo, sin duda que es el mejor bombero para apagar el fuego y precipitar las partículas del humo.

Esperemos volver a la normalidad en las actividades, sin embargo no está demás tomar previsiones y que no se vuelvan a producir más incendios forestales o simplemente quemas periurbanas y urbanas, porque la gente que no tiene conciencia de sus actos, seguirá quemando pastizales, basuras o deshechos de donde emana humo o provoca incendios mayores.

Toca a nuestras autoridades continuar con las medidas de prevención, entre ellas la conformación de cuadrillas nocturnas de control de incendios con personal de Medioambiente en coordinación con las dirigencias vecinales y el Control Social para que en cada distrito municipal se realice un permanente monitoreo de focos de calor o quemas que puedan provocar incendios de mayor magnitud.

¡Lluvia, bendita seas!

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