Uno de cada 100 niños nace en Bolivia con un problema del corazón

Reportaje: Ismael Luna

Según información brindada por la cardióloga y especialista en cirugía del corazón para niños, Ericka Pérez Albrecht, actualmente en Bolivia, uno de cada 100 niños nacen con un problema en el corazón. Y eso refiere directamente a casos de cardiopatía congénita, popularmente conocidos como ‘soplo en el corazón’.

“Estamos calculando para Bolivia que entre 2.500 a 5.000 mil niños nacen con este problema. La gravedad está en que estos niños van a morir. Ese es el gran problema”, enfatiza Pérez, a tiempo de llevar adelante, junto a la brigada médica de especialistas procedentes de La Paz, una campaña de evaluación a cerca de una treintena de niños detectados con cardiopatía congénita en el servicio de pediatría “René Balderas López” de la ciudad de Montero.

La literatura científica refiere que las cardiopatías congénitas son malformaciones de la estructura del corazón que se inician desde el primer momento de la gestación, existen alrededor de 300 diagnósticos diferentes. El término en sí, se utiliza para describir las alteraciones del corazón y los grandes vasos que se originan antes del nacimiento.

La mayoría de estos procesos se deben a un desarrollo defectuoso del embrión durante el embarazo, cuando se forman las estructuras cardiovasculares principales. Las alteraciones más graves pueden ser incompatibles con la vida intrauterina, pero hay muchas que se hacen evidentes solo después del nacimiento.

Pérez, es una de las pocas especialistas en cirugía cardiovascular pediátrica existente en toda Bolivia. Ella encabeza, junto a Jesús Pozo y Oscar Ballivián, una brigada de profesionales procedentes del Hospital de Niños “Ovidio Aliaga Uría” de la Paz, que llevan adelante la campaña de evaluación de niños con dicho mal.

El lunes, en su primera jornada de trabajo, la misión médica, hizo la valoración de 15 niños y encontró a cinco de ellos que deben merecer una operación en la ciudad de La Paz. Mientras esa tarea se viene desarrollando desde el lunes, en el servicio de pediatría “René Balderas López, la especialista enfatiza en dar a conocer de cómo, en casa y en la responsabilidad plena de los padres de familia, se puede detectar si su niño está con mal del corazón.

Pérez describe los principales síntomas:

1. El primer síntoma es que el niño recién nacido, al momento de lactar, debe desenvolverse de manera natural y sin pausa alguna. “Si al momento de lactar el niño se cansa y muestra intervalos al momento de amamantar, es una señal de que su corazón no está funcionando bien”, señala.

2. Por el esfuerzo que hacen estos niños muestran señales de traspiración más allá de lo normal, más que el resto.

3. Pese a que se alimentan de manera normal, estos niños no crecen y pesan cada vez menos. “Son chiquitos y flaquitos”, argumenta la especialista.

4. Son propensos a las enfermedades respiratorias. Constantemente requieren internarse ya sea por neumonía o resfriados frecuentes.

5. Otra señal es que se pongan azules ya sea de los dedos y la boca.

6. Finalmente, que algún médico, le haya diagnosticado que tiene “soplo”. “El soplo siempre es sinónimo de enfermedad, salvo que se demuestre lo contrario”, enfatiza Pérez.

Un soplo en el corazón es un sonido extraño que se escucha durante un latido cardíaco, causado por un flujo sanguíneo turbulento a través o cerca del corazón. El sonido puede ser silbante, chirriante, áspero, zumbante o soplido.

Hecha esas consideraciones, Pérez, recomienda que lo ideal es detectar a tiempo; de lo contrario se tendrá un corazón que ya ha sufrido si acaso se deja pasar uno, dos, tres o más años. “La gran mayoría de las enfermedades, si los detectas antes de los dos años a los niños, inmediatamente se opera”, precisó.

La especialista advierte que la mortalidad infantil todavía persistente en el país, está relacionada en gran medida a casos de cardiopatía congénita. “En nuestro país tenemos una mortalidad enorme de niños relacionado a esta situación, pero sin diagnóstico. Eso es un llamado a que desde el Estado debería ser tratado como un problema de salud pública. Se debería crear un programa de cardiopatía congénita, conjuntamente con un Instituto Nacional para niños con problemas del corazón” enfatizó la especialista.

La campaña, a la cabeza de la brigada médica procedente de La Paz, prosiguió el martes y concluye este miércoles en el pediátrico RBL de Montero. La experta valoró de muy positiva la acogida y las condiciones brindadas por las autoridades locales de salud. “Primero esta es la mejor organizada de todas en el país. Tiene todo un tesoro en el Dr. Roberto Soliz (cardiólogo del hospital Alfonso Gumucio Reyes de Montero). Cuando se tiene todo bien organizado, con una comunicación adecuada y con un equipo local de primera como es el servicio de pediatría, estos desafíos siempre tendrán resultados positivos”, finalizó.