Aseguró ante la Fiscalía que la exalcaldesa controlaba todo desde el Concejo y que repartió ítems a otros concejales, dirigentes vecinales e incluso los usaba para sus negocios personales. Calcula que se crearon miles de puestos irregulares
El exjefe de Recursos Humanos de la Alcaldía de Santa Cruz, Javier Cedeño, aseguró ante la Fiscalía que las personas que estaban detrás de la red de corrupción al interior del municipio más grande del país fueron Angélica Sosa y su esposo Sergio Perovic. Hizo un largo relato de cómo presuntamente funcionó una estructura que durante años se encargó de usar contratos y cargos públicos para beneficio personal y como prebenda.
Cedeño se entregó ante la justicia el martes, unas horas antes que la exalcaldesa Sosa sea aprehendida en una clínica. Este miércoles enfrenta una audiencia de medidas cautelares en la que la Fiscalía pedirá su detención preventiva.
Sobre el papel del esposo de la exalcaldesa relata: “Sergio Perovic era como el asesor externo de Sosa”.
“Sosa conmigo casi no se metía, yo no era de su confianza, ella a mí no me pedía nada, pero sí me pedía Perovic que haga cosas, él me hizo designar en la Secretaría de Espacios Públicos”, asevera.
El exjefe de Recursos Humanos además señala a Perovic de ser parte del grupo que operaba en las oficinas de Santa Cruz Para Todos en las que se manejaban las planillas de funcionarios a los que se hacían los descuentos.
Sobre la cantidad de puestos de trabajo creados irregularmente, Cedeño hace el siguiente cálculo: “Si se revisan las planillas siempre se mantuvo una cantidad de 3.000 funcionarios para el área de salud, la planilla de toda la gente que entraba irregularmente eran de 300 a 3200, había personal técnico como 800 a 1000, sumadas las cifras daban una cantidad aproximada de 9000”.
Prebenda y beneficios personales
El exfuncionario relata que “en la época que pasaron todas las cosas desde el 2014 hasta el 2018” entre la Máxima Autoridad Ejecutiva (MAE), que era el alcalde, y el Concejo (que desde 2015 fue presidido por Angélica Sosa) había una “relación directa”, es decir que no había diferencia a la hora de la toma de decisiones.
“Los 11 concejales tenían sus espacios, cuando se decidía algo los 11 concejales levantaban la mano, también Angélica Sosa tenía vínculos con diputados, dirigentes gremiales, de todo ese grupo de personas vinculados con Sosa ellos tenían cupos para ítems y contratos eventuales”, dice Cedeño.
“Estos (ítems) eran asignados por Sosa para que nadie la bloquee, nadie le haga paros y demás problemas. Sosa tenía control directo de Recursos Humanos”, añade.
Según Cedeño, además de usar los puestos de trabajo para controlar a cualquiera que signifique un problema para la gestión municipal los contratos financiados con dinero público se usaban para beneficio personal.
“Ahora, también había personal con ítem que trabajaba en Lemon City que era de Angélica y su esposo, en ese lugar hacían farras de la cúpula de Sosa, el papá de Angélica tenía un enfermero que figuraba como funcionario de la alcaldía, Percy tenía cuatro enfermeras que figuraban como funcionarias, Angélica Sosa tenía su personal de arreglos personales, pero los beneficiarios eran los hijos de Sosa”, señala.
Relata además: “En el tema de las retretas había una cantante que siempre iba, de nombre Camila, ella actuaba en todos los eventos, ella cobraba por cada show y su hermana y prima estaban como funcionarios de la Alcaldía pero no trabajaban”.
Según el exjefe de Recursos Humanos, en la Alcaldía funcionaba un Departamento de Dotación en el que se trataban los temas de ítems y en el Área de Control el de los contratos eventuales, era desde ahí que se tejía todo.
Cedeño señala que Sosa “designaba personal incluso en papelitos” bastaba con poner su firma y la palabra “autorizado” para que Recursos Humanos active la contratación.
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