La historia del asesino y violador serial que fue liberado por la justicia boliviana

En 2013 fue atrapado por matar y abusar de una mujer, fue beneficiado luego con medidas sustitutivas. Luego de salir de la cárcel mató al menos a dos jóvenes más y violó a 77

Richard Choque Flores está por segunda vez detenido, ya había llegado a estar en el penal de máxima seguridad de Chonchocoro acusado del asesinato y violación de Blanca Rubí Limachi de 20 años, una joven que fue violada, torturada y luego enterrada en una casa de la zona San Martín de la ciudad de El Alto.

Este hecho de sangre ocurrió el año 2013, los reportes de prensa de aquella época relatan la crueldad con la que se cometió el asesinato de Blanca y la cantidad de pruebas en contra de Richard Choque Flores por lo que sorprende que haya logrado recuperar su libertad para seguir violando y asesinando.

Según señala un análisis forense que fue entregado a la justicia en 2013, Richard hallaba placer sexual enmanillando a sus víctimas, apuntándoles en la cabeza con un arma, hallado en su domicilio, y golpeándolas. En su domicilio hallaron prendas íntimas, esposas y otras evidencias sobre sus fechorías.

Blanca fue la primera víctima de este sujeto

VIOLADOR DE 77 MUJERES

Casi nueve años después de este hecho de sangre la Policía encontró un escenario similar en el cuarto donde vivía este sujeto, que viajaba sin inconvenientes entre La Paz, Cochabamba y Santa Cruz fingiendo ser Policía y actuando con frialdad para cometer varios delitos.

La investigación policial señala que el acusado sobrevivía gracias a un modus operandi que no solo le servía para violar a decenas de mujeres, también para que estas le paguen dinero.

El hombre obligaba a sus víctimas a grabar videos en los que “confesaban” que fueron encontradas con droga que en realidad era “sembrada” por el delincuente. 

Los videos eran grabados después de que el hombre se hacía pasar por mujer en las redes sociales y las citaba a alojamientos, donde escondía droga.

Richard Choque Flores al ser presentado el martes

“Amigas que quieran ingresos diarios en sus ratos libres, «buenos ingresos» escriban al privado ojo se paga por hora, diario o semanal. Escríbeme”, publicaba Richard con el nombre falso de Haide Mitzi Flores Alarcón.

Una vez las víctimas llegaban al lugar, el hombre las sorprendía y les decía que la droga que estaba en la habitación era de ellas, así era como las convencía a grabar los videos en los que las víctimas ya amedrentadas y con miedo, hacían todo lo que el agresor les pedía.

Después de grabar estos videos, el hombre las extorsionaba señalándoles que si no accedían a mantener relaciones, las iba a denunciar y enviar a la cárcel por narcotráfico. A lo anterior, se suma que también les exigía dinero. De esta forma cayeron en su trampa 77 mujeres.

Era un experto extorsionador, ya en 2013 había pedido dinero a la familia de Blanca Limachi para devolverla con vida, actuó de la misma manera con sus otras dos víctimas, encontradas enterradas en un cuarto en una casa de la zona Ballivián en El Alto.

DOS JÓVENES VÍCTIMAS

La primera de ellas es Lucy M., tenía 17 años cuando fue reportada como desaparecida el martes 18 de mayo de 2021. La menor salió de su domicilio ubicado en el distrito 8 de la ciudad de El Alto a las 15:00 de aquel día asegurando que iba rumbo a su trabajo. No regresó.

La familia recibió días después mensajes en los que pedían 70 mil dólares como rescate. Se sospecha que también había sido captada a través de redes sociales.

Las dos víctimas halladas enterradas en la casa del asesino

El segundo cuerpo hallado fue identificado como el de la adolescente Iris M. de 15 años de edad. Su familia sentó denuncia ante la Policía el viernes 27 de agosto de 2021, la última vez que la vieron fue a las 09:00 de aquel día tras salir de su domicilio rumbo a una imprenta para encargar las invitaciones de bautizo de su hermano menor. Por Iris este sujeto pidió 80 mil dólares, también a través de mensajes de texto.

La Policía no ha descartado la existencia de más víctimas ya que este sujeto actuó no solo en La Paz, también viajaba a Cochabamba y Santa Cruz.

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