“IBCE: El comercio exterior boliviano batirá récords en 2022”

“Las exportaciones bolivianas, descontando las reexportaciones, bordearon los 7.000 millones de dólares al primer semestre del 2022, superando los casi 5.800 millones de dólares, por importación” fue la explicación manifestada este miércoles por el gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior IBCE Gary Rodríguez.

Manifestó que es una muy buena noticia para el país, en momentos en que el planeta atraviesa por una complicadísima situación económica y el hecho que Bolivia experimente un superávit comercial, superando los 1.200 millones de dólares, resulta muy importante, especialmente, en el interés de mantener la estabilidad económica y el tipo de cambio fijo, frente a los desafíos que se vienen.

El superávit logrado al primer semestre es destacable, además, porque Bolivia, luego de seis años de consecutivos déficits comerciales externos que restaron más de 5.000 millones de dólares a las Reservas Internacionales Netas del Banco Central de Bolivia entre 2015 y 2020, en la gestión 2021 experimentó una destacadísima recuperación con un saldo comercial positivo por casi 1.500 millones de dólares. Las cosas pintan bien este año, porque en tan solo seis meses, se ha alcanzado ya un 83% de aquel superávit, señaló Rodríguez.

Según datos del INE analizados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Bolivia registró hasta junio del 2022 su mayor superávit comercial en 8 años, lo que permite realizar auspiciosas proyecciones hasta fines de la gestión en curso, lo que redundará en beneficio del crecimiento económico y la creación de empleos en el país.

El principal producto de exportación hasta junio fue el gas natural (1.428 millones de dólares); seguido del oro, con 1.397 millones; la soya y derivados con 1.144 millones y el zinc con 979 millones de dólares. Importante sitial para la soya, recurso renovable industrializado que se envía con valor agregado, muy cerca de superar al gas y a los minerales mencionados (recursos extractivos no renovables, sin valor añadido).

Destaca la gran evolución de las Exportaciones No Tradicionales (ENT), registrando al primer semestre su máximo aporte al valor global en 17 años (29%), mientras que las ventas tradicionales lo hicieron en 71% (49% minerales y 21% hidrocarburos), además de confirmarse la supremacía de las ENT (agropecuarias, agroindustriales, forestales, madereras, manufactureras y artesanales) sobre las ventas de hidrocarburos que hace pocos años llegaron a representar la mitad de las exportaciones.

Para Rodríguez, “el desempeño de las ventas no tradicionales es ponderable: no solo porque superan ya los 2.000 millones de dólares, sino, porque los más de 2,7 millones de toneladas -con una fuerte base agroalimentaria- prodigan un vasto efecto multiplicador sobre la economía nacional, generando empleos e ingresos que ayudan a dinamizar la demanda interna, el otro motor de crecimiento del Producto Interno Bruto, que se espera crezca 5,1% este año”.

Rodríguez finalizó indicando que, “sin duda, son auspiciosos los resultados del comercio exterior al primer semestre, con las exportaciones e importaciones como protagonistas de la recuperación económica en un escenario internacional plagado de desafíos, pero de oportunidades, también, que podrían ser mejor aprovechadas con un trabajo sinérgico público-privado”.

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