El Cabildo del Pueblo

Respuesta Organizada de Movimientos, Organizaciones y Sectores Sociales de extracción popular o el intento de equilibrar la coyuntura política.

El pasado viernes 21 de octubre los Movimientos y Organizaciones Sociales convocaron al “Cabildo del Pueblo” en inmediaciones del Chiriguano, cuyos resultados trataremos de analizarlos de la manera más objetiva posible en dos ámbitos, por un lado, en el ámbito del conflicto en si en torno a la realización del censo, el paro indefinido y las diferentes posiciones confrontadas em torno a este conflicto y por otro lado cuál es el efecto político de este evento.

A manera de introducirnos en el tema observamos la capacidad organizativa y de convocatoria de los organizadores, que permitió por lo menos en una aproximación de manera general visualizar la movilización de una similar cantidad de gente a la que convocaran días antes el Comité Interinstitucional y los dirigentes cívicos, significando sorpresa para algunos y temores para otros,

LAS CONCLUSIONES DEL CABILDO DEL PUEBLO EN EL MARCO DEL CONFLICTO VIGENTE

Es evidente que este evento tenía como objetivo sentar las bases para una respuesta política frente al evento organizado por el Comité Interinstitucional y los cívicos, y el contenido del mismo orientado a resolver y definir acciones  que confronten en términos de ideas y de legitimidad con el anterior evento, en un contexto en el que se visualizaba una tozudez en posiciones definidas como inamovibles, como es el caso de la fecha del Censo (Censo 2023 o nada) acompañando con señales cargadas de subjetivismos, agresiones, regionalismo y en algunos casos racismo y discriminación, reflejando una visión confrontacional con quien tenga una idea diferente, ya sea con el gobierno, o con quien tenga que ver o alguna relación con ellos, con el propio masismo, reflejando  una fuerte carga política e ideológica que se constituían en los factores de determinación y decisión para la toma de decisiones o construcción de consensos.

De los cinco puntos el más importante es el cuarto que señala una posición clara y diferente a la del otro evento en relación el censo, convocado al dialogo en la construcción de un censo con consenso, y señalando otras alternativas en términos de fecha, abriendo la posibilidad y aprobación de realizarlo el 2024, conclusión que respalda la posición gubernamental en tormo a construir consensos y acuerdos desde el punto de vista técnico, en la línea que en anteriores oportunidades fue planteada por la mayoría de los alcaldes de las capitales de departamento y sobre todo del eje troncal.

Los puntos dos y tres tienen una relación directa con un posicionamiento claro de rechazo al paro indefinido, las movilizaciones y sobre todo al proceder de quienes organizan y masifican estas acciones, de hecho la apelación de exigir que el estado garantice el derecho al trabajo y la libre circulación en el marco de la Constitución Política del Estado refleja con absoluta objetividad la invocación de que todas las acciones se hagan sin vulnerar o ignorar la normativa vigente, demandando que en materia de derechos se respete el derecho de todos, evidenciando de que no todos están de acuerdo con el paro indefinido y los bloqueos organizados, rompiendo la idea de que existiría un consenso hegemónico en tormo a los cívicos y al comité interinstitucional. Pero además señalando que este tipo de medidas afectan de manera directa a la economía de los ciudadanos y del pueblo en general.

El punto uno da señales de una proyección política en la caracterización de la coyuntura, señalando y acusando frontalmente a lo que denominan las elites cruceñas (entendiendo como actores sociales y políticos que sostienen la vigencia y existencia de las organizaciones políticas de carácter conservador y alineados  a la derecha  boliviana, que en su totalidad están articulados por los cívicos y el Comité Interinstitucional)  de generar con estas acciones mayor pobreza y crisis al pueblo boliviano. Desde ya propone una confrontación de carácter político con un alto contenido y visión clasista e ideologizada.

El quinto punto de repente sea el que con mayor claridad refleja un alto contenido político e ideológico, no solo por la declaratoria de estado de emergencia, si no esencial y fundamentalmente por la referencia a intentos de desestabilización del gobierno, de la democracia, apelando en sus conclusiones a los supuestos o probables intentos de generar las condiciones para la gestación de un golpe de estado.

En líneas generales las conclusiones y resoluciones enmarcadas en estos cinco puntos contienen respuestas que van desde la búsqueda de la construcción de otro tipo de consensos desde un punto de vista más técnico y racional, pasando por las de carácter jurídico y constitucional, hasta las respuestas de carácter político con mayor contundencia y que reflejan claramente una visión distinta que puede convertirse en confrontacional.

LOS EFECTOS POLÍTICOS

Un primer elemento que llama profundamente la atención es la utilización de este instrumento democrático, reconocido por la constitución, por parte de los movimientos y organizaciones sociales de extracción popular, en principio una apuesta fuerte que suponemos tenía la perspectiva de equilibrar la coyuntura y sobre todo la legitimidad de las acciones hechos y medidas de carácter político de uno u otro lado

El primer efecto político que podemos visibilizar es la ratificación de  la hipótesis de que no existen hegemonías ni absolutismos en la construcción de consensos en el complejo tejido social de la sociedad cruceña, poniendo en evidencia que ya en Santa Cruz se da  la existencia de dos visiones distintas, de dos bolivias, de una visión emergente de sectores populares, de movimientos, organizaciones e instituciones sociales que se caracterizan por tener mayor cultura orgánica en su forma de articularse y que su realidad concreta les permite construir un sistema de valores, de principios, de interpretación de la realidad y de coexistencia con la sociedad, distinta a la que se intenta imponer desde la visión conservadora abrazada por la derecha y la institucionalidad urbana de carácter empresarial, de repente ya las construcciones simbólicas, apelando a factores emotivos, de identidad regional sociocultural, a una alocución conceptual incontrolada y probablemente sin ninguna comprensión del significado, a presiones o en algunos casos amedrentamientos, ya no tienen el efecto ni la legitimidad del pasado. 

Esta nueva aparente realidad está cargada evidentemente de un alto contenido político, y es obvio como en todos los casos que los actores que abrazan estas visiones serán los más interesados en articular y organizar estos conglomerados sociales para construir mayores consensos y en perspectiva mayorías, es legítimo lo hacen los unos y los otros.

Un segundo efecto político es la demostración de la inconsistencia y debilidad de la construcción discursiva que se intentaba mostrar como el que representa a toda una región, en su totalidad, visibilizando y evidenciándose que representa solamente a una parte de la región, a una parte de la sociedad civil cruceña, lo que impide de manera objetiva los intentos de atribuirse representaciones absolutas o hegemónicas.

Un tercer efecto político entendemos puede configurarse en torno a la respuesta organizada a cierto tipo de medidas y movilizaciones que en el pasado utilizaban métodos para implementarlas sin considerar criterios distintos y que eran prácticamente obligatorio acatarlas así estén o no de acuerdo, estamos hablando de los bloqueos, pareciera que esta visión distinta apelando a la vigencia de los derechos establecidos en la constitución argumenta su oposición a este tipo de medidas a los intentos de obligatoriedad de su acatamiento y a la respuesta organizada para su confrontación.

Finalmente al igual que el cabildo organizado por el Comité Interinstitucional y los dirigentes cívicos se convirtió en un instrumento de articulación de la oposición, de las organizaciones políticas alineadas al conservadurismo, la derecha y del antimasismo, este cabildo del pueblo es también un instrumento de articulación política entre los movimientos, organizaciones y sectores sociales de extracción popular, visibilizando un reposicionamiento de la Central Obrera Departamental, del Bloque Oriente, de la CSUTCB, organizaciones indígenas y distintas organizaciones y movimientos sociales urbanos de carácter gremial, transportistas, comerciantes, o de carácter generacional, de jóvenes y mujeres, o de carácter corporativo, que han encontrado en este espacio un factor de organización y articulación de carácter político e ideológico.

Esta circunstancia que nos lleva a entender la probabilidad de una confrontación con características más políticas, pero por la situación estratégica y de representación social, ambas visiones deberían entender que la coyuntura los obligara a construir diálogos y consensos asumiendo que nadie puede atribuirse representaciones absolutas ni hegemónicas, y que todos los actores sociales, incluido las minorías, tienen su visión, su verdad, su palabra y sus valores.

Crédito de foto: APG

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