Características simbólicas y discursivas en el conflicto por el censo

Una Mirada desde la construcción simbólica y discursiva de algunos de los elementos que se quieren imponer como verdades para justificar la confrontación.

En el desarrollo de los acontecimientos en esta particular coyuntura, nos interesa adentrarnos a ver que existe en el trasfondo de la construcción y difusión de los símbolos y elementos que caracterizan la articulación discursiva, el intento de convertirse en factores y elementos de control de la conducta y el comportamiento colectivo a través de la información dirigida y sesgada, del manejo y manipulación de conceptos que se internalizan y dirigen el rumbo de las masas, y de la construcción simbólica de la idea de considerarse propietarios de la verdad absoluta,  todos estos aspectos orquestados, articulados, impulsados y aplicados por los instrumentos de control mediático, en este caso los medios de comunicación que se han convertido en un canal directo de manipulación, las redes sociales y la arquitectura institucional y organizativa.

En ese marco nos detendremos inicialmente en una primera caracterización por demás curiosa, es el hecho de la valoración distinta a dos tipos de movilización que tienen características similares, que responden a motivaciones de orden político y que su naturaleza organizativa es similar, me refiero por un lado al Paro Indefinido y Bloqueo y por el otro al Cerco a Santa Cruz, ambas acciones políticas tienen características similares, son producto de la decisión de eventos con concentraciones masivas de gente (Cabildos), se activan movilizando una considerable cantidad de personas, en su implementación bloquean vías, impiden la circulación y afectan a terceros, finalmente requieren de una importante cantidad de recursos que garanticen la logística, recursos humanos y materiales para garantizar su vigencia en el tiempo, en compromiso y en participación.

Lo interesante y curioso es que la arquitectura comunicacional y discursiva de los medios de comunicación, de los dirigentes de las instituciones que operan cada una de estas acciones, intentan mostrar como legítima e histórica y valida sólo a una de las movilizaciones en este caso el Paro Cívico indefinido y los bloqueos producto de esta medida, cuestionando y defenestrando, adjetivando a la otra movilización en este caso el denominado Cerco a Santa Cruz, todos los argumentos que cuestionaban la aplicación del paro y los bloqueos y sus consecuencias perjudicando a terceros, atentando contra derechos constitucionalizados, son utilizados sin ningún reparo sin ninguna consideración en contra de la otra movilización, inclusive la forma en como los medios abordan e informan muestra una marcada y deliberada diferencia dejando al descubierto una lógica racista en la que reconocen que sólo un sector tiene derechos.

La única claridad en términos de teoría política, de derechos ciudadanos, de derechos humanos, es que ambas tienen la misma valoración y legitimidad, similares características, similares consecuencias, afectaciones y perjuicios, por lo tanto, sus acciones son absolutamente validas como expresión y mecanismo de protesta y reclamo en la medida que no vulneren la normativa, la coexistencia y la constitución,

Otra caracterización  que llama la atención es el cómo desde la articulación discursiva se han utilizado símbolos y conceptos con el objetivo de convertirse en instrumentos de control de la conducta colectiva y de manipulación de las masas, el primer aspecto es que de manera insistente se apela a elementos y símbolos históricos de carácter emotivo para posicionar la idea de una pertenencia regional y que estas acciones responde a mantener esa identidad y pertenencia, de ahí deriva su supuesta  legitimidad y obligatoriedad como idea fuerza y línea de acción, la utilización de apelativos nosotros para diferenciarse de ellos, ellos los invasores, los que no tiene nada que ver con Santa Cruz.

Otro aspecto que es parte de estas caracterizaciones tiene que ver con la persistencia de calificaciones de orden racial intentando marcar una diferencia y una superioridad de características culturales con apelativos que bordean el racismo la discriminación y la xenofobia, raza maldita, raza mongólica, indios, etc. Son algunos de los apelativos que se pueden identificar.

Entre las caracterizaciones que llaman la atención percibimos la utilización deliberada de conceptos, ideas inclusive canciones, de manera recurrente, persistente, en muchos casos sin conocer su significado, su definición y su característica histórica e intentando posicionarlos como contrarios del adversario mostrando como si ellos fueran la antítesis de lo que se vocifera, tales como libertad, democracia, derechos humanos, legalidad, legitimidad, identidad, territorialidad, etc. Todo esto en un ámbito en el que se intenta justificar las acciones de unos y defenestra las acciones de otros.

Otra caracterización se refiere  al intento simbólico y discursivo de atribuirse una representación absoluta y hegemónica de la población en este caso de la sociedad cruceña, negando la probabilidad de la existencia de otros puntos de vista, de otros criterios, de otras visiones, adjetivando cualquier manifestación contraria  a la que pregonan como foránea, señalándola como  hordas del gobierno, o encasillarlas en un solo proyecto político, en el Masismo , queriendo marcar la idea de una aparente coyuntura bipolar ( no estás de acuerdo con nosotros sos masista) 

Deben existir muchos más elementos para analizar, es probable que desde la mirada de quienes están en los diversos lados del conflicto deben tener también otros elementos simbólicos y de articulación discursiva, con seguridad serán motivos de otro análisis.

En este caso lo concreto ha sido introducirnos en un ámbito que nos permita identificar los aspectos que son utilizados como símbolos y discursos, como en realidad se utilizan y distorsionan para manipular y controlar las conductas y comportamientos colectivos, con la implementación de todos los instrumentos y medios de comunicación e información.

Comentarios