Las jóvenes generaciones de montereños probablemente desconocen la profícua labor desarrollada por una tarijeña de nacimiento y montereña de corazón que dedicó gran parte de su vida a la noble tarea de difundir una variedad de temas de interés general detrás del micrófono de una radio. Como muchos comunicadores de cálida voz, Juanita Guarachi, dejó el mundo terrenal para trasladar sus mensajes a otras dimensiones tras su fallecimiento acaecido en pasadas horas.
Por más de 20 años al servicio de la sociedad, Juanita de una voz suave y cálida, además de su profesión como educadora, prestó sus servicios en diferentes emisoras de radio ganándose el cariño y respeto de quienes recibieron sus mensajes y el apoyo personal a través de una labor cercana con sus oyentes, en especial de las organizaciones de mujeres.
Pero también, era cálido su trato con sus colegas y amigos que la admiraron y respetaron por esa labor desarrollada detrás de los micrófonos, amistad que ahora se llena de pesar sobre quienes tuvimos la oportunidad de conocerla y compartir su amor por el periodismo radial.
Había iniciado su labor, allá por los años 70 del siglo pasado en Radio Norte, la pionera de las emisoras radiales de Montero, luego en Radio Mensaje y finalmente en Radio María Auxiliadora, con programas de temas de interés general para los diferentes sectores de la ciudad, que entonces tenían a la radio como el único y eficaz medio de comunicación.
Juanita sostenía que para cumplir con la labor de radialista, había que estar muy bien preparados, «si queríamos que la gente se informe, se eduque y se entretenga, primero debemos estarlo nosotros» como queriendo decir que, no podemos enseñar o transmitir lo que no sabemos, por lo tanto, para ser un buen comunicador, primero debemos estar preparados.
En declaraciones al programa La Otra TV del periodista Edgar López, Juanita confiesa que a través de la radio, además de llegar a los oyentes con programas que aportan al desarrollo de la comunidad, le impactó el saberse reconocida y hacerse de popularidad entre los oyentes de diferentes edades por quienes era requerida.
A través de programas en Radio Mensaje, como ‘Ollita de barro’ promovió la participación de las mujeres en los diferentes ámbitos sociales apoyando la labor de los denominados Clubes de Madres, que también tenían entre sus temas la dignificación de la mujer, la recuperación de la autoestima, la unidad familiar y la convivencia social.
Con el fallecimiento de Juanita Guarachi, quedan pocos de aquellos locutores y locutoras que además se desempeñaron como periodistas radiofónicos con verdadera pasión, quienes merecen el reconocimiento no solo de su gremio, sino de todas las autoridades e instituciones, que al final, son las más beneficiadas con la labor de estos hombres y mujeres que dedican su vida a la comunicación, como Juanita, que esperamos, ahora se encuentre en mejor lugar y cerca de nuestro Creador.
¡Que en Paz descanses colega y amiga!
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