Con solo siete años, Iker Gerardo González Maldonado ha demostrado una habilidad extraordinaria con el balón en sus pies. Zurdo natural, sus compañeros lo apodan cariñosamente «La Pulga» o «Messi boliviano», un reflejo del talento que ha mostrado a tan corta edad. Iker, nacido en Montero, está llenando de ilusión a sus padres, quienes sueñan con verlo llegar lejos en el fútbol.
Marcelo González Justiniano y Daniela Maldonado Huanca, padres del pequeño futbolista, no pueden ocultar su orgullo por los logros recientes de su hijo. Iker se consagró campeón con el Club Blooming en el prestigioso torneo Newell’s Cup, celebrado en Rosario, Argentina, del 16 al 20 de septiembre. Su destacada actuación, acompañada de goles importantes, ayudó a su equipo a levantar el trofeo en la categoría Sub-7.
Apenas unos días después de su regreso al país, el 22 de septiembre, Iker volvió a brillar al ganar la final del Inter Stars Cup 2024 en el Parque Kalomay con su equipo, el Club Azucareros, sumando otra estrella a su incipiente carrera.
A pesar de su éxito en el fútbol, Iker también destaca como estudiante de la unidad educativa 12 de Abril, en el barrio 3 de Mayo. Desde los cuatro años, ha sido parte del Club Azucareros, donde su talento natural y técnica con el balón no han pasado desapercibidos.
Walter Murialdo, fundador de la escuela Azucareros FC, recuerda que el Club Blooming mostró interés en Iker desde 2022, durante el torneo Inter Stars Cup. Este año, finalmente, fue invitado a participar en la gira internacional del club celeste, donde dejó una excelente impresión.
Iker continúa entrenando en Montero bajo las directrices de Azucareros FC, pero asiste dos veces por semana a los entrenamientos de Blooming en Santa Cruz, gracias al permiso otorgado por Murialdo para su desarrollo.
“Todo lo que le falta en estatura Iker lo compensa con la habilidad que tiene para manejar el balón y la forma de resolver una jugada en el uno a uno”, dijo Murialdo muy contento por el diamante en bruto que pule día a día en la escuela de fútbol. Así como él hay un buen grupo de jugadores, explicó.
Su padre, Marcelo González, aunque emocionado por el progreso de su hijo, reconoce que los viajes constantes a Santa Cruz representan un reto económico. A pesar de ello, la familia está decidida a apoyar el sueño de Iker, confiando en que su talento y esfuerzo lo llevarán lejos en el fútbol, inspirado por sus ídolos: Marcelo Martins en el ámbito nacional, y Lionel Messi en el internacional.
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