
La Juanita confiesa que vencer cada quimioterapia la deja con los mismos efectos de una mujer que ha tenido un parto natural. Lo importante es que al superar cada uno de esos tratamientos es ella quien renace, con más fuerza, con más ganas, con más vida…
*Por Guimer Zambrana I Periodista
Es que esta guerrera chaqueña ama tanto la vida, pese a que ésta se ha empeñado en mostrarle su rostro menos amable. A la Juafer la conocí hace dos décadas en un taller para comunicadores/as locales, organizado por el Padem. Se mostraba desconfiada y no era para menos, acababa de terminar una tormentosa relación de pareja, que había dejado sobre sus espaldas la responsabilidad de sacar adelante a sus dos hijos.
Ella ayudaba en la limpieza de los estudios de una radioemisora de su natal Yacuiba, cuando le entró la curiosidad por saber cómo se escucharía su voz a través de los receptores. Pidió que le enseñen a hacer locución a cambio de seguir dando el servicio de aseo. Pero cuando le abrieron el micrófono, fue la estación la que le solicitó que se quedara a leer sus servicios informativos. Fue sintonía a primer oído.

Había encontrado un nuevo amor del que no iba a desprenderse nunca más. Desde entonces, tiene ganas insaciables de aprender sobre el mundo de la comunicación. Es la primera en llegar a los espacios de capacitación, se sienta en primera fila, siempre atenta, sin temor a preguntar, a opinar, es hasta cargosa pidiendo la palabra. Es, pues, sedienta como su tierra, el Chaco, pero de conocimientos.
Todo parecía mejorar hasta que el cáncer se le cruzó en el camino. Pero en lugar de quedarse a llorar decidió mirar al mal a los ojos y plantarle decidida pelea. Por supuesto que no ha debido ser nada fácil, como tampoco lo fue nada durante su vida.
Decidió hacer público su combate con el objetivo de que otras personas con igual problema no se desanimen y que las autoridades le den la atención que se merece. Ella, que llegaba a los encuentros anuales de comunicadores con un corte/color de cabello siempre diferente, ahora luce su calva, orgullosa, sin ningún complejo.

A pesar de los pesares, la Juanita es una agradecida con la vida. No para de destacar en sus publicaciones al personal médico que la atiende, a sus compañeras de causa, a quienes están a su lado en su particular combate. Ella no sabe la cantidad de ganas de vivir que nos regala con su lucha, con su ejemplo, con su decisión de disfrutar de cada instante, de apreciar cada detalle…
(Ojalá puedas sumarte a la lucha de la Juafer realizando tu aporte al QR que acompaña esta nota)

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