Ex párroco de Montero se declara un ‘camba polaco’ y exhorta a vivir manteniendo la dignidad humana, siendo humanos

Declarado ‘Hijo Ilustre de la Ciudad de Santa Cruz de la Sierra y condecorado con la Cruz de la Orden del Capitán Ñuflo de Chávez, el sacerdote Estanislao Dowlaszewics Bilman, ex párroco de Nuestra Señora de Las Mercedes de 1989 a 1992 y de 1986 a 2000, y desde entonces Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Santa Cruz, reclamó su derecho de ser “un camba polaco”.

Con términos orientales, dijo que después de vivir 35 años en tierra camba, “siento el derecho de ser de ‘pura cepa’. Que mi paso por estos llanos orientales, no fue un ‘fuego de chala’ sino un fuego de ‘jenecherú”, sostuvo en el acto de homenaje al 460 aniversario de fundación de Santa Cruz de la Sierra, este viernes 26 de febrero.

Evocó su llegada a Montero una noche de septiembre de 1986 sin hablar ni entender nada del idioma castellano, pero sorprendido al amanecer de su llegada por la naturaleza y su prodigalidad. Cuando era niño, dice Dowlaszevicz, comíamos una naranja y un plátano, una vez al año, en Navidad, y aquí, lo tenían a mano.

Según narra el sacerdote, hoy dignatario de la Iglesia Católica su misión de nueve años, cambió totalmente debido a que en la primera misa concelebrada por el entonces párroco de Montero, padre Peregrino Ziobro, observó un templo lleno de jóvenes y señoritas. Quedó marcado por el cántico de ‘Está aquí, está aquí, aleluya, nuestro Dios está aquí’ que cambió su decisión de quedarse indefinidamente. “Si Dios está aquí, para qué lo voy a buscar en otro lado, por eso, aquí me quedo, dije, y aquí me quedé”.

El 22 de diciembre de 2000 es nombrado Obispo Auxiliar de Santa Cruz, por el Papa Juan Pablo II. El 13 de marzo de 2001, el ya, ex párroco de Montero, expresó una frase inolvidable en su consagración como Arzobispo de Santa Cruz efectuada en el estadio Gilberto Parada, “la caldera del diablo, se ha convertido en un templo de Dios”, haciendo alusión al sobrenombre que recibe el estadio donde juega sus partidos oficiales el crédito del fútbol de Montero, el Club Guabirá. El escenario deportivo estaba casi lleno de feligreses con los sentimientos encontrados: Alegría por tan elevado nombramiento de su sacerdote y tristeza, porque debía alejarse para cumplir su nueva función, lo que significaba que lo estaban perdiendo.

Hasta ahí su labor de 14 años en Montero, para convertirse luego en un colaborador del Obispo y luego cardenal, Julio Terrazas y actualmente en labor conjunta con Mons. Sergio Gualberti.

En su alocución, el homenajeado por el Gobierno Municipal de Santa Cruz de la Sierra, luego de felicitar por el aniversario de fundación de la ciudad hospitalaria y de agradecer por la generosidad de su gente, hizo una reflexión que llamó la atención por su profundidad.

Pidió mantenernos siempre con dignidad humana, “porque eso significa permanecer interiormente libres, no es suficiente nacer como humanos, todavía necesitamos ser humanos, actuar pensar y desear como humanos, mantener la dignidad es vivir en armonía con la conciencia y la verdad, es vivir sin hipocresías, la solidaridad de todos en este tiempo tan difícil de pandemia permite deshacerse de las máscaras de la hipocresía,  mantener la dignidad ahora, porque en cada ser humano está el rostro de Dios, no importa quién y de dónde vienes, no importa cómo te vistes y cómo hablas, no importa si es rico o pobre,  sano o enfermo, si vives en oriente o en occidente, si eres indígena o mestizo, no importa qué profesión tienes, eres humano, eres boliviano, eres cruceño, eres camba. Donde falta el amor, la justicia, la verdad, muy rápido entra el odio, la mentira, la injusticia, la violencia y por fin, la muerte. Sigamos por el camino de la verdad, de la justicia y de la libertad.” exhortó el religioso.

En Montero, la generación de los años 90, recuerda al todavía joven padre Estanislao, su afinidad con los adolescentes, los jóvenes y los niños con quienes compartía las celebraciones dominicales con mucha alegría y entusiasmo. Quienes lo conocieron y compartieron con él, se regocijan por esta distinción con la que le honró el Gobierno Municipal de Santa Cruz de la Sierra.   

Foto: WEB Arquidiócesis de Santa Cruz de la Sierra

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