Feligreses de las Mercedes piden permanencia de sacerdotes ante el anuncio de su cambio

Desde hace algunas noches, feligreses de la parroquia de Nuestra Señora de las Mercedes, se congregan en el frontis del templo en una vigilia que pide la permanencia de los padres Juan Kukla y Carlos Antonio Catalán, de quienes se conoce que serán cambiados de destino después de una larga permanencia en la que se ganaron el cariño y respeto de los montereños.

La mañana de este martes, un sacerdote de la orden Franciscanos Conventuales, explicó a los feligreses que estos cambios son parte de la rutina de los sacerdotes y que en estos casos, prima el voto de obediencia que hacen los religiosos y deben estar dispuestos a cumplir con los cambios que se hacen para que presten servicios en otros lugares.

La comunidad franciscana conventual en Bolivia, realiza reuniones cada cuatro años en el ámbito nacional, en las que se organiza la vida interna de la congregación y se presentan cambios. Los padres Juan y Carlos, que realizaron un buen trabajo en la parroquia central de Montero a lo largo de 20 años, ahora tienen que seguir su vida franciscana, otra misión, sostuvo el sacerdote.

Pidió comprensión y no ser interferidos por el capricho o el deseo de las personas para continuar con su misión. “Pido que entiendan, nosotros no podemos estar en esta situación. Hemos cambiado a las autoridades y tenemos que cambiar a los padres, son cuatro gestiones que se han quedado, en ninguna comunidad en Bolivia se han quedado tanto tiempo” manifestó el vocero de la parroquia.

Los sacerdotes, Juan y Carlos, se ganaron el cariño de la gente, gracias al trabajo desarrollado y en especial por el cambio que se ha producido en el ámbito urbano, físico y espiritual mediante la construcción del nuevo templo, que aun inconcluso, se ha convertido en un ícono de Montero y es parte de su identidad cristiana.

Los feligreses, aun tienen la esperanza, aunque lejana, de que los sacerdotes se queden, aunque sea por un tiempo más, para terminar de construir el templo, al que todavía le faltan algunos detalles, entre ellos, la torre y el frontis.  

El padre Carlos, manifestó que de todas maneras, la ausencia solo será física, porque siempre los tendrá en su corazón, además de que no estará lejos, porque irán a trabajar en Santa Cruz.

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