Se trata de la profesora Elizabeth Mansilla Gutiérrez de 64 años nacida en el municipio de Portachuelo. Hace cinco años enviudó y le detectaron diabetes. Desde aquel día, su salud decayó a extremos que le afectaron sus riñones a extremos de que llegaron a amputarle ambas piernas.
Mansilla, tres días a la semana debe peregrinar para dializar en la Caja Nacional de Salud donde recientemente obtuvo su seguro para ahorrarse el costo del tratamiento que antes le costaba casi mil bolivianos a la semana. Pese a esta ventaja, los gastos de su enfermedad son cada vez más fuertes, lo que ha obligado a buscar nuevas fuentes de ingreso para paliar la compra de sus medicamentos y ver la manera de subsistir debido a su discapacidad.
«El estar encerrada en mi casa y no poder hacer nada porque me faltan las dos piernas a veces me deprime por eso me pongo hacer pan con mis hijas para vender y ver la manera de ganarme un dinero», explicó la maestra al diario El Día. La mujer aseguró que sus horneados son únicos y con el sabor a su pueblo natal, Portachuelo.
En la actualidad vive con sus dos hijas Wendy y Carola, quienes son responsables de su cuidado y atención y llevarla al hospital. La maestra comentó que agradecería que alguna persona de buen corazón pueda regalarle un horno pequeño para poder hacer más pan y tener mayor ganancias.
Fuente: Diario El Día de Santa Cruz
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