A medida que se termina el plazo para que el Gobierno atienda el pedido de realizar el censo en 2023, el paro cívico es inminente en Santa Cruz a partir del sábado 22 de octubre. Sin embargo, hay el riesgo de una confrontación entre los sectores movilizados y los afines al Gobierno.
El gobernador de Santa Cruz, Fernando Camacho, dijo que el Gobierno aún tiene tiempo para “reflexionar”.
“El pueblo ha dicho que, si no lo escuchan hasta el 21 de octubre, el 22 estamos ingresando en un paro indefinido. Esperemos que en este tiempo exista la voluntad del Gobierno de escuchar el cabildo y revertir ese decreto que señala realizar el Censo en 2024”, dijo.
El presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz, Rómulo Calvo, dijo que “la población va a demostrar que tiene necesidades y va a estar en la calle transmitiéndole al Gobierno que está en desacuerdo con las acciones que toma, que queremos censo en 2023”, declaró.
El Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade) manifestó su preocupación por la violencia que se puede desatar, porque el Gobierno movilizará a sus sectores a Santa Cruz.
“Vemos que, al pedido democrático del censo en 2023, el Gobierno está respondiendo con amenazas, con violencia. Las declaraciones de los ministros señalando que van a despejar las calles y no van a permitir bloqueos son una declaración de violencia”, dijo la representante del Conade, Lizeth Beramendi.
El arzobispo de Santa Cruz, René Leigue, exhortó: “Yo creo que la solución está en manos de quien tiene más poder de decisión, el Gobierno. Ahí está la decisión, no hay por dónde perderse”.
Ante el anuncio de los ministros de Obras Públicas y de Gobierno, Édgar Montaño y Eduardo del Castillo, de “limpiar” las carreteras y de enviar policías a los bloqueos, el cívico responsabilizó a las autoridades de la violencia.
“Si existe alguna persona herida o algún muerto, estos ministros ojalá se hagan responsables”, alertó Calvo.
El analista Paúl Coca considera que este paro será diferente, porque el Gobierno no se va a quedar de brazos cruzados. “Está realizando un arsenal de medidas y va a movilizar a sus sectores. Entonces, puede haber mucha violencia. El Gobierno ya no va a querer dialogar, porque dio el resultado de manera anticipada; que sea cuando sea el censo el resultado va a estar después de las elecciones 2025”, dijo.
Manifestó que el fondo “es que Santa Cruz quiere ser el eje político de Bolivia y ha dados unos pasos, pero le va a costar mucho, porque el Gobierno ha sabido mostrar a Santa Cruz como aislada”.
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