Balance necesario sobre el conflicto por el Censo

Estamos finalizando el sexto día del paro indefinido y de los bloqueos convocados por el denominado Comité Interinstitucional y por la dirigencia cívica, durante estos días se ha podido constatar la capacidad movilizadora, los resultados de los intentos de articulación política y de proyectar la masificación del conflicto a nivel nacional, la capacidad argumental y las respuestas frente a las opciones de negociación y el impacto frente a la sociedad civil.

Un primer acercamiento permite observar que no se ha podido generalizar la aplicación de estas medidas en todos los sectores de la sociedad cruceña, es evidente que quienes están acatando y sobre todo movilizándose en los bloqueos son sectores que representan a una parte de la población, a pesar de la aplicación de todo tipo de instrumentos y metodologías para sensibilizar, convencer, presionar, chantajear o en algunos casos amedrentar con tal de que se acaten las medidas propuestas, las posibilidades de enfrentamiento son cada vez más reducidas porque la capacidad de movilización masiva es cada vez más débil, a pesar de parafernalias, e intentos de posicionar un sentimiento regionalizado que no termina de cuajar por su alto contenido regionalista que en algunos casos se torna en discriminador, racista y xenófobo.

En términos territoriales pareciera que existe una distribución consensuada porque existen zonas en las que se acata el paro y existen zonas en las que todo es normal, mostrando lo que en anteriores oportunidades señalábamos con claridad, existe una suerte de empate técnico, dos visiones, dos Bolivia, sin hegemonías ni absolutismos. En síntesis, podemos interpretar que la capacidad movilizadora en torno a las medidas propuestas es todavía muy débil.

Un segundo acercamiento tiene que ver con los resultados en los intentos de articulación política para generalizar y masificar el conflicto a nivel nacional, desde ya en un principio tropezaron con enormes dificultades, tomando en cuenta que las posiciones de los alcaldes sobre todo del eje troncal (Santa Cruz, Cochabamba y La Paz) se orientaban con sus matices y particularidades, a una posición más cercana a dialogar en base a criterios técnicos y generar consensos, alejándose de la posición del Comité Interinstitucional que se ratificaba en la inamovilidad de la fecha ( censo 2023) y la convocatoria  a movilizaciones paros y bloqueos, de hecho cuestionaron y rechazaron las movilizaciones, esta circunstancia debilitó la capacidad de irradiar con fuerza y rapidez la “chispa movilizadora”, otra dificultad es tropezarse con una realidad distinta a las de anteriores oportunidades, variados sectores de la propia sociedad civil de Santa Cruz, no solo que se opusieron a las medidas y a la posición del Comité, si no que generaron su propio escenario de articulación, otro cabildo con similares características de movilización de gente y con respuestas concretas en términos políticos y sociales.

Por lo tanto, solo les queda intentar proyectar esta articulación a nivel nacional apelando a las instituciones cívicas en las demás ciudades y a los grupos políticos organizados en torno al conservadurismo y la derecha boliviana sin garantía de éxito en la masificación y articulación política deseada.

Un tercer acercamiento nos introduce en el ámbito de las propuestas y argumentos que sustentan las diversas posiciones, hasta ahora no queda claro cual la fundamentación técnica para que se plantee de manera tozuda la inamovilidad de la fecha de realización del censo propuesto por el Comité Interinstitucional, la presencia de las autoridades de la Universidad Pública de la UAGRM que tenía el objetivo de darle consistencia técnica y legitimidad académica a las propuestas que emanen desde este Comité, se muestran como insuficientes sin ninguna incidencia ni protagonismo, por lo menos no se visualiza un liderazgo académico y eso se evidencia en la ausencia de respuestas y argumentos técnicos más consistentes y fundamentados, lo que se observa es que entraron al juego de la ambigüedad política en la lectura de esta coyuntura en particular.

El contenido de los argumentos y propuestas pareciera que responde más a una consigna política que ha una propuesta técnica, los argumentos interactúan entre frases emotivas que apelan a la identidad regional, adjetivos y descalificativos a la propuesta o cualquier acción que emane desde el ámbito gubernamental, sin que sepamos a ciencia cierta cual es la razón técnica, entendiendo que hay instrumentos y elementos que son imprescindibles definidos tanto por ley como por su especialidad, como lo señalara el alcalde de Santa Cruz, el tema de la cartografía, las  validaciones de los instrumentos censales, la supervisión y validación de los equipos técnicos del INE que son los señalados por ley para este tipo de eventos, entre otras cosas que entendemos deberían ser discutidas en las mesas técnicas, que además deberían ser las que definan la ruta, la fecha y el horizonte para la realización del Censo.

Frente a esta incertidumbre y  mares de acusaciones y contraacusaciones pareciera que las brechas se están acortando, la convocatoria a una reunión el viernes con alcaldes y actores vinculados al conflicto y al censo, podría dar señales definitivas, el camino podría estar en llega a una cuerdo en la fecha de entrega de los resultados finales del Censo que es lo que más coincidencia tiene en términos de fechas y que la diferencia de un mes entre lo propuesto por el gobierno y lo planteado por el Comité Interinstitucional puede consensuarse, entendiendo además que ese acto censal es el más importante porque en definitiva es la entrega oficial de la información que va a servir para todo lo que se demanda en términos de representación política y de asignación presupuestaria, esperamos que prime la madurez, la sensatez y no los interés políticos.

Por último, queda claro que estas medidas como intento de articulación política y masificación a nivel nacional no cumplieron su objetivo, por lo menos hasta ahora, gran parte de la sociedad civil no lo asume como suya las demandas y argumentos propuestos por el Comité Interinstitucional y los cívicos, lo que frena la posibilidad de que este conflicto se convierta en un factor de desestabilización política.

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