Habrá que esperar que el alcalde no haya realizado un disparo en su propio pie

En minutos el alcalde Regys Medina develó el atentando contra la salud de la población que cometen algunos comercios de comidas rápidas, lo que sus funcionarios no pudieron observar durante tres años de gestión.

La última aparición del alcalde municipal de Montero, Regys Medina, en un vídeo publicado en su cuenta de la red social china TikTok donde se lo observa luchando implacablemente contra los chulupis, ha generado posiciones encontradas y comentarios a favor y en contra.

Regys Medina, que con frecuencia se aleja del radar mediático y asume un perfil bajo, especialmente después del lío judicial de su principal asesor el jurista Juan Pablo Flores, volvió a captar la atención el martes al calentar las redes sociales con su audiovisual.

El ejecutivo municipal, ahora convertido en el propio fiscalizador de su gestión, asume un rol que normalmente corresponde a los concejales. Aunque la autoridad tiene la obligación de velar por el bienestar de los ciudadanos, en la propia municipalidad existen instancias encargadas de la fiscalización y control de ventas de comidas rápidas y restaurantes.

La intervención sorpresa del alcalde Regys Medina deja en una posición comprometida a la Intendencia Municipal, Salud Pública, Defensa al Consumidor y todas las entidades relacionadas con el control de la salubridad e higiene de estos locales, los cuales han demostrado falta de escrúpulos en su atentado contra la salud de los consumidores.

Aquí es donde se originan los comentarios y críticas hacia la autoridad edil. Mientras algunos apoyan la labor del alcalde en la fiscalización de la limpieza e higiene de los ambientes donde se preparan los alimentos revelando la presencia de chulupis y la insalubridad, otros critican esta tarea indicando que el alcalde debería enfocarse en otras responsabilidades y no en buscar insectos.

Surgen inevitablemente algunas interrogantes: ¿El Alcalde no confía en su personal? ¿Qué trabajo realizaron durante tres años de gestión los funcionarios encargados de estos controles? ¿Estaban los operativos anteriores coordinados con los propietarios de los restaurantes para no encontrar anomalías?
Incluso se sospecha que pudo haber actos de corrupción que impedían que los controles previos del alcalde revelaran anomalías, o que los funcionarios municipales ignoraban las irregularidades.

Surgen más preguntas: ¿Tomará el alcalde medidas para sancionar a los funcionarios que no realizaron bien su trabajo? ¿Regys Medina tendrá la autoridad suficiente para tomar decisiones drásticas?
¿Será que el burgomaestre, cansado de las denuncias contra sus funcionarios, decidió actuar por cuenta propia y tener argumentos suficientes para despedir a quienes afectan su gestión municipal? Solo el tiempo revelará si esto es así o no.

Ahora que el alcalde conoce la realidad de los establecimientos de comidas rápidas, en particular los pollos chinos, seguramente sentirá la presión social para tomar acciones contra los ‘malos funcionarios’. Aquí comenzará el verdadero dilema para el edil por los pactos y acuerdos políticos que sostienen la gestión municipal.

Si se encuentran responsabilidades, ¿serán apartados los funcionarios en la mira o serán premiados, como sucedió en el caso de Rudy Segovia, exdirector de Seguridad Ciudadana, quien fue promovido como responsable de Activos Fijos de la Alcaldía tras ser separado del cargo por denuncias de irregularidades? Esa fue una jugada maestra de la autoridad edil.

Si la movilización de Medina es parte de una estrategia comunicacional para ganar más seguidores, imitando al concejal cruceño Juan Carlos Medrano, se puede decir que funcionó. Pero los asesores municipales no han considerado el efecto boomerang, recordando que toda acción genera reacción. ¿Se tomó en cuenta acaso las consecuencias de esa acción?

El efecto negativo puede tener un alto costo político, especialmente si Regys Medina no toma decisiones para poner orden en la alcaldía con el mismo entusiasmo con que visitó los pollos chinos. De no hacerlo, la población considerará el vídeo de TikTok como un show más, evidenciando una vez más la falta de planificación en el trabajo municipal, lo que ha dejado a Medina mal parado en muchas ocasiones.

Como se dice en la jerga popular, habrá que esperar que el alcalde no haya realizado un disparo en su propio pie.

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