Comercializadores de carne cerrarán sus ventas por tres días ante el alza del kilo puesto en gancho

Comercializadores de carne de los diferentes centros y mercados de la ciudad paralizarán la venta de su producto los días viernes, sábado y domingo en acatamiento a la medida declarada por la Asociación de Frialeros de Santa Cruz, ante el alza en el costo del kilo en gancho que es entregado por los mataderos.

Después de una asamblea, los comercializadores de carne de Montero, lanzaron un voto resolutivo apoyando la medida de los comercializadores de la capital y acatarán el paro desde este viernes, con el cierre de los mercados Germán Moreno, Villa Verde y Mercado Popular.

Según declaraciones de los dirigentes de este gremio, la población tiene que conocer que el kilo puesto en gancho ha sido elevado desmesuradamente y se espera que con esta medida de presión este costo baje, tanto para beneficiar a los consumidores como a los comercializadores.

La medida tiende a que los dueños de las reses faeneadas no puedan entregar su producto a los comercializadores habituales al precio que actualmente están imponiendo, lo que repercute en la elevación del precio al consumidor y que su producto, si pueden sea vendido directamente o a otros comercializadores que, seguramente no aceptarán los costos de la carne entregada en gancho.

Johnny Alvarado, presidente de la Asociación de Frialeros de Montero, manifestó que la ciudadanía tiene que conocer que los costos en gancho, son tan elevados que la población no adquiere carne para su consumo, porque tendrían que pagar precios elevados a más de 45 y 46 bolivianos el kilo y eso no es posible porque el pueblo se va a molestar y también les afecta a ellos porque bajan sus ganancias.

Con los precios que imponen los distribuidores de carne ya es difícil llevar adelante la actividad comercial, manifestó el dirigente, sin referirse específicamente al costo del kilo en gancho que se estaría cobrando en la actualidad.

Alvarado, lamentó que esta elevación del kilo en gancho, se haya determinado de manera unilateral, sin ninguna coordinación o acuerdo y que solo fueron informados sobre el precio por medio de sus promotores de ventas, que no tienen facultades para ninguna negociación.

Los motivos expresados para la elevación del precio de la carne, como la sequía u otros factores, fueron calificados como mentiras, porque en anteriores casos de sequía, la elevación no superaba los 50 centavos a un boliviano, pero en este caso, la elevación llega a cuatro y cinco bolivianos, lo que obligaría a incrementar el precio al consumidor a sumas muy elevadas.

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