
Bolivia está en un proceso que sugiere la hipótesis de que estaríamos siendo testigos de una crisis terminal, de carácter estructural, que se manifiesta en la posibilidad del agotamiento del modelo o forma de estado denominado proceso de cambio, que se expresa en crisis institucional, crisis del sistema político, de sus actores y crisis económica, cierre o fin de ciclo, que condiciona la legitimidad, la racionalidad y normalidad del proceso electoral, poniendo en alto riesgo la vigencia y estabilidad de la institucionalidad democrática, en estas circunstancias cuales son los elementos que caracterizan este momento.

*Por Vladimir ‘Gusi’ Medina l Sociólogo y analista político.
Un primer acercamiento con el propósito de entender y caracterizar de la mejor manera posible este momento político, recurriremos como herramientas de análisis los siguientes horizontes teóricos.
Por un Iado Antonio Gramsci desde la idea y el concepto de interregno “momento Gramsciano”, cuando lo viejo se desvanece, pero lo nuevo no logra nacer. Entre una estabilidad y otra estabilidad hay un tiempo de turbulencia tanto económica como política.
Por otro lado Alvaro García Linera desde la idea y el concepto de Tiempo Liminal, como la etapa de transición, momento intermedio entre ciclo y ciclo, caracterizado por el declive de un ciclo político, económico, de legitimación y acumulación y el consiguiente caos sistémico que surge del ocaso histórico hasta que surja un nuevo modelo de acumulación y legitimación que logre estabilizar la sociedad.
En esta coyuntura la principal característica es el declive de los modelos implementados por el progresismo, provocando desconfianzas, incertidumbres, pérdidas de respaldo social, politico. Esta circunstancia ha sido aprovechada por el liberalismo y la derecha, desacreditando los modelos progresistas, teniendo como alternativa un planteamiento radical de extrema derecha de retorno a los viejos paradigmas y la ortodoxia del neoliberalismo y el libre mercado.
Es un momento de transición, confrontación, de tensiones, donde el futuro está en disputa, el destino de las nuevas formas de articulación y ordenamiento social, de sentido común, certezas y legitimidades, se va a discernir en quien tenga la capacidad de imaginar nuevas reformas entre estas dos opciones.
El actual momento político
La proximidad de las elecciones presidenciales nos sitúa en una especial coyuntura electoral influenciada por factores externos e internos, en ese contexto señalamos algunos factores que caracterizan este momento político.
El primer factor que observamos tiene que ver con una profunda decadencia, descomposición y crisis del sistema político y de la institucionalidad demócratica que se expresan de la siguientes manera
- Un vaciamiento de los contenidos éticos, políticos, ideológicos, valores, principios, y con una enorme limitación en la capacidad argumental y propositiva, crisis que involucra a todo el sistema político, sus actores, oficialismo, oposición, liderazgos sociales y cívicos. Donde se visibiliza con más fuerza esta crisis es en la Asamblea Plurinacional provocando que en muchos sectores académicos, intelectuales, ciudadanos, de la sociedad civil consideren que este parlamento podría ser el peor de la historia democrática de este país. Estos elementos conllevan a una pérdida de legitimidad y credibilidad del sistema político, perdiendo la capacidad de interrelacionar a la sociedad civil con el estado con la consecuencia de la fractura de la institucionalidad y los consensos.
- Una peligrosa ruptura de la independencia y colaboración de poderes, el intento de una inadmisible invasión de competencias, buscando direccionar, paralizar y limitar las funciones, roles y capacidades de otros poderes, una deliberada y extraviada distorsión del espíritu constituyente como voluntad ciudadana de construir colectivamente una sociedad plural, desfigurada por una errático desempeño y proceder de los vigilantes e intérpretes de la constitución (Tribunal Constitucional Plurinacional) en un intento deliberado, sesgado y subjetivo de reinterpretar la Constitución de acuerdo a sus propios intereses, poniendo en riesgo la credibilidad de la justicia y la estabilidad de la institucionalidad democrática que se traduce en accionar de manera forzada que las salas, sin legitimidad, ni votación cualificada, accionando de manera intimidatoria las famosas medidas cautelares, tomando decisiones por sobre la voluntad, el proceso y el espíritu constituyente. Estos elementos provocan una deprimente judicialización en las relaciones políticas, manipulación y direccionamiento de las decisiones del Poder Judicial, Tribunal Constitucional, Tribunal Electoral, con el propósito de favorecer a intereses políticos y personales de ciertos grupos de poder, con una evidente dependencia y sumisión al poder ejecutivo y al Gobierno central
El segundo factor nos sitúa en un escenario que encuentra a un país confrontado, seguimos en las dos Bolivias, empate catastrófico como diria Alvaro Garcìa Linera, una transición irresuelta, sin victorias políticas que consoliden proyectos hegemónicos a largo plazo, conteniendo algunas características determinantes.
- El desconocimiento y la negación de los procesos de acumulación política y social del Bloque Social Popular que se traducen en inclusión social, la cuestion identitaria, dignidad, como el simbólismo étnico cultural y plurinacional. Lo que conlleva a un discurso confrontacional, de conflictividad agresivo, ofensivo, que profundiza esta ruptura y limita las posibiliades de articulación social y política.
- Esta confrontacion, agresión y guerra política se convirtió en un factor permanente en el accionar de estos actores, la actitud que está primando es el conflicto y la confrontación, buscando anular, destrozar al advesario sin límites, ética ni escrúpulos
Un tercer factor tiene que ver con que el debate en torno a la crisis económica se centra entre la insistencia del fracaso, la desacreditación y el desahucio del modelo económico de los últimos años proponiendo como alternativa el retorno al viejo modelo neoliberal y la defensa cerrada y ortodoxa del mismo.
Ambas visiones se circunscriben en un círculo que se limita al facilismo económico con respuestas coyunturales y no estructurales
La coyuntura electoral
Los actores políticos y su interacción en este contexto
Esta coyuntura electoral nos presenta distintas articulaciones, candidaturas e intentos de proyectos políticos, se visibilizan en el escenario dos grandes bloques. Por un lado el bloque de las oposiciones, por el otro el bloque social popular
En ese contexto en la interacción de estos dos grandes bloques se pueden identificar algunos conceptos, palabras e idea que intentan dinamizar esta coyuntura. Las mismas son unidad, cambio y crisis pero en definitiva las que se visibilizan son improvisación, incertidumbre y final o cierre de ciclo, en un escenario de crisis y descomposición del concepto de partido político, donde las candidaturas están altamente cuestionadas.
Desde el bloque de las opciones
Este bloqué ha inscrito seis candidaturas Alianza Unidad que postula a Samuel Doria Medina y José Luis Lupo; Alianza Libre con Jorge Tuto Quiroga y Juan Velasco; NGP de Fidel Tapia y Edgar Uriona. Autonomía Súmate que lleva a Manfred Reyes Villa y Juan Medrano; PDC Rodrigo Paz y Edman Lara, y finalmente, ADN que respalda a Pablo Hoster y Antonio Saravia.
De una observación preliminar identificamos que entre sus actores se diferencian entre la “oposición política tradicional”, proveniente de los partidos de derecha previos a la crisis de 2003, y una nueva oposición emergente que ha intentado posicionarse en el discurso público. En ese sentido intentaremos describir cuales son los elementos que caracterizan el accionar de estos actores
Otro elemento que caracteriza a las oposiciones es que enfrentan grandes limitaciones, carecen de una visión cohesionada y de un proyecto político que logre conectar con la mayoría de la población, particularmente con las bases indígenas y populares, se presentan como entidades fragmentadas y múltiples, con distintas facciones que representan intereses regionales, mediáticos, religiosos y tradicionales.
Un tercer elemento tiene que ver con el desenvolvimiento en tormo a las ideas de unidad y cambio. En lo que corresponde a la idea de unidad , fue el eje del discurso, de presión y de condicionamiento desde el principio, sin embargo nunca se pudo efectivizar. Es importante considerar que en el pasado nunca han podido construir candidaturas únicas, más bien sus características han sido interpretar proyectos políticos que son mutuamente excluyentes como ejemplo Doria Medina no encuentra muchos puntos de conexión con Tuto Quiroga, coinciden solamente en una visión de enfrentarse al MAS, nunca han podido construir una posición de unidad, tienen elementos geográfica y conceptualmente diferentes. En lo referente a la idea de cambio el concepto significa única y exclusivamente sacar al MAS del poder, no existe renovación generacional, capacidad propositiva, menos proyectos alternativos.
Otro elemento que visualizamos son las estrategias de posicionamiento territorial concentrándose sobre todo en el Departamento de Santa Cruz con articulaciones, acuerdos y alianzas, buscando convertirse en la opción del segmento electoral antimasista.
- La candidatura de Jorge Quiroga fue la que emergió con mayor fuerza y despliegue de recursos. Sin embargo pareciera tener muchas debilidades en el posicionamiento y articulación de acuerdos en el occidente del País.
- En el caso de Samuel Doria Medina ha logrado importantes acuerdos el que más resalta es con Camacho y la agrupación Creemos, pareciera tener la perspectiva de posicionarse más hacia el centro, mediante la articulación y acuerdos con liderazgos y organizaciones políticas de corte más progresista de centro o centro izquierda, lo que implica un mayor despliegue territorial en los departamentos de occidente, sin descuidar su presencia en oriente. Sin embargo estos esfuerzos entran en contradicción con la generación simbólica y discursiva alineándose en el liberalismo ortodoxo y el viejo modelo neoliberal, confirmando este posicionamiento con la elección de su acompañante de fórmula.
- En el caso de Manfred que también logra importantes acuerdos regionales con Rómulo Calvo, concejales municipales, designando a uno de ellos como su acompañante de fórmula, concentra su fuerza en Cochabamba, aunque pareciera debilitado el resto del país. Representa un nuevo intento de la derecha de construir el centro para romper la polarización, que busque equilibrios y pueda capitalizar el voto de los sectores descontentos del segmento electoral del bloque social popular.
Un quinto elemento esta vinculado a la forma de abordar estratégicamente los segmentos electorales, se observa que todo el despliegue está concentrado en consolidar el voto anti MAS o anti bloque popular, sin ninguna señal de buscar acercarse al otro segmento electoral, reflejándose de la siguiente manera.
- La articulación simbólica y discursiva se torna muy confrontacional, agresiva y hasta ofensiva, negando y desahuciando todo lo que represente, se vincule o se aproxime al masismo o al proceso de cambio. Este hecho pone barreras en la posibilidad de acercarse a conquistar, convencer o seducir a los sectores descontentos del segmento social popular, sin tomar en cuenta que a pesar de sus descontentos hay factores en este proceso que representan una acumulación social y política en términos de identidad colectiva, sin considerar además el factor estratégico del voto identitario en la geografía electoral
- La articulación, y conformación de sus candidaturas en especial de los binomios ratifica esta visión, en una lógica en la que la consolidación del voto en un segmento electoral les sería suficiente para ganar la elección.
Estos elementos nos ayudan a entender por qué la percepción ciudadana a través de las encuestas no define mayorías claras, asigna porcentajes bajos y sugieren la real posibilidad de una fragmentación peligrosa que puede inviabilizar la institucionalidad democrática, profundizar la crisis y pronosticar un futuro incierto de ingobernabilidad.
Los intentos de diferenciarse
Con un enfoque diferente se presenta la UCS que tiene como candidatos a Jhonny Fernández y Felipe Quispe, que aparecen situado en el centro político, con fuertes críticas a las oposiciones y con un discurso de acercamiento al bloque social popular,
Desde el bloque social popular
En este bloque se han presentado cuatro candidaturas, Alianza Popular que postula a Andrónico Rodríguez y Mariana Prado, que esta observada pero fue inscrita de manera provisional, MAS IPSP Eduardo Del Castillo con Milán Berna; MORENA que postula a Eva Copa y Jorge Richter y PAN BOL que postula a Evo Morales con Vilma Alanoca candidatura que no fue recepcionada ni inscrita por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
La principal caracteristica tiene que ver con una aguda confrontación, enfrentamiento e implosion del MAS y del Bloque Social Popular que revela problemas profundos en un escenario de muerte cruzada entre sus dos principales líderes: Arce y Morales, quebrando la unidad y fragmentado a las organizaciones sociales poniendo en riesgo la acumulación política, social e histórica del bloque social popular, teniendo como consecuencia la irrupción de tendencias denominadas Evistas, Arcistas, Androniquistas y algunas fuerzas políticas emergentes que interactúan en torno a estas tendencias.
Otro aspecto en el marco de este contexto tiene que ver con la aguda fragmentación de la izquierda y de cómo esta fractura interna ha develado y desencadenado una serie de problemas estructurales poniendo en evidencia un peligroso vacío de poder, factores que, tarde o temprano, tendrán consecuencias para el país y el proyecto político plurinacional que el MAS encarnaba. Un declive sin gloria, define Álvaro García Linera, que de manera trágica puede inducir a la derrota electoral y política, enfrascados en una pelea de quien hace más daño al otro, una fotocopia deslucida de la pelea Lenin Moreno y Correa en el Ecuador. Ausencia de programas, debate y capacidad propositiva, provocando que desde el bloque conservador se construya un relato con adjetivos ofensivos hacia el bloque social, sus líderes, organizaciones, emulando a Milei y proclamando a los cuatro vientos el retorno al viejo modelo neoliberal, a lo cual no existe ninguna capacidad de respuesta.
Un tercer aspecto devela el reposicionamiento en términos político e ideológicos entre las tendencias y fracciones del Bloque Social Popular.
- Por un lado la candidatura oficialista bajo la sigla dl MAS y con el candidato Del Castillo, progresivamente se va situando en el centro político alejándose de la izquierda, de los contenidos, paradigmas, símbolos y representación del bloque social popular.
- La de MORENA, con Eva Copa y sobre todo con Jorge Richter emerge como una opción que se identifica con el humanismo y una mayor racionalidad .
- La candidatura de Andrónico Rodríguez emergía simbólicamente como el único capaz de articular y unificar al bloque social, sin embargo, con mucha incertidumbre en su formalización.
- La circunstancia particular de Evo Morales cuya candidatura no fue inscrita al anularse la personería jurídica de la organización que lo postulaba. Se visibiliza con una complejidad emergente, si bien no fue inscrito ni habilitado como candidato, su condición de factor de poder le permite la capacidad de articular la mayor cantidad de sectores y base social del Bloque Social Popular, paradójicamente en estas circunstancias va emergiendo como la posibilidad de unidad y articulación de ese sector en un escenario de conflicto y desequilibrio político e institucional.
Otro aspecto tiene que ver con la estrategia política electoral diseñada por el sector oficialista, Arcista, que orquestó una maquinaria política institucional, (Poder Judicial, Tribunal Constitucional, Ministerio de Gobierno, Ministerio de Justicia, etc.) judicializando las relaciones políticas y electorales, con el propósito de cumplir ciertas metas y objetivos en función a sus intereses que fue organizado paso a paso.
- Primero la desacreditación, judicialización y búsqueda de inhabilitación de la candidatura de Evo Morales.
- La toma del control político del Instrumento MAS IPSP.
- La inhabilitación a fuerzas políticas que puedan llevar candidaturas emergentes del BSP, que se constituyan en rivales directos como ocurrió con FPV.,Pan Bol, MST, busando dejar sin opciones a Andrónico Rodríguez y Evo Morales.
Un diseño estratégico que fue definido como la unidad forzada, con el propósito de lograr que el segmento electoral del BSP al no tener otra alternativa respalde con su voto a esta candidatura. Sin embargo, por la forma en que interactúan los elementos o factores en esta coyuntura, la crisis económica, la crisis institucional, el desgaste de la imagen de quien inicialmente era el candidato, el presidente Luis Arce, la forzada decisión de postular al exministro de Gobierno Eduardo Del Castillo, la evidencia de un paulatino y notorio alejamiento del bloque social popular, sugieren que las metas y objetivos de este diseño político institucional, sean altamente improbables de poderlos cumplir.
A manera de conclusión
Algunas ideas sugeridas para la reflexion
El control político del Poder judicial y el Tribunal Constitucional, la judicialización de la política, manipulando, direccionando las decisiones que determinan las relaciones políticas, la utilización de algunos activistas como tontos útiles que se convierten en operadores de estos objetivos, debilitaron al Tribunal Supremo Electoral, poniendo en peligro y riesgo las elecciones generales, la estabilidad y la institucionalidad democrática.
De una aguda crisis política estamos transitando a una crisis constitucional, los mecanismos previstos por la Constitución están actuando de forma equivocada y beligerante, se están enfrentando entre sí, choque de poderes, justicia activando guerra de poder y debilidad institucional. Esta circunstancia debería provocar la necesaria apertura de un proceso constituyente.
Estas características ponen en evidencia la profunda crisis del sistema político, que incluye partidos políticos, candidatos y liderazgos con mucho cuestionamiento y poca legitimidad, lo que nos sugiere que no se vislumbran mayorías hegemónicas mas bien un próximo ciclo político caracterizado por una suma de minorías que se verán obligados a pactar en un contexto de polarización que no es solo político-discursiva, y que hoy se agrava con un escenario de fragmentación. Esta fragmentación seguramente se expresará en el próximo ciclo electoral y en el próximo ciclo político del país.
Finalmente se ratifica la hipótesis de que estamos en un momento de transición, de incertidumbre, de pérdida de horizontes predictivos, no se vislumbra un norte ni un proyecto hegemónico con certidumbre… Interregno y tiempo liminal.