Sugieren diagnóstico rápido de la tuberculosis ante alta incidencia de la enfermedad en privados de libertad

Mejorar las atenciones de salud para los privados de libertad con respecto a la tuberculosis y el Covid-19, fue el tema de reunión interinstitucional en el salón auditorio de la Cruz Roja de Montero este martes entre las autoridades de salud y de penitenciarias de esta ciudad y la capital cruceña.

El gerente de la Red de Salud de la provincia Obispo Santistevan Juan Saavedra, a manera de antecedente, mencionó que, de cada 10 pruebas de laboratorio que se realizan a los internos de la carceleta pública de Montero, tres salen positivo a tuberculosis, lo cual demuestra una alta incidencia de la enfermedad, generada por muchos factores, como el hacinamiento, la mala alimentación, la depresión, el estrés, la preocupación y otros, que hacen que las defensas bajen y se active la enfermedad.

En ese sentido consideró que es necesario buscar alternativas que permitan mejorar la atención médica, tomando en cuenta que el hacinamiento carcelario, incide en la propagación de cualquier enfermedad infecto contagiosa.

Actualmente en el Centro de Readaptación Productiva Montero Cerprom, hay un lugar exclusivo para pacientes con tuberculosis. “Ni bien se detecta, se saca al paciente de todo el circulo de los privados de libertad y se lo lleva a ese lugar hasta que termine el tratamiento, y una vez que culmina el tratamiento, vuelve al lugar donde estaba junto con los demás reos” dijo Saavedra.

El médico manifestó que se necesita mayor equipamiento y medios logísticos para atender a los reclusos, con un sistema informático en el lugar y ampliar el área destinada a pacientes con tuberculosis, además de aumentar los insumos y los recursos humanos.

Por su parte el responsable del Programa Departamental de Tuberculosis Daniel Encinas, dijo que la falta de un diagnóstico oportuno, ocasiona rápidamente el contagio de la enfermedad entre los demás privados de libertad.

En ese sentido consideró importante implementar tareas preventivas con diagnóstico rápido para iniciar de inmediato el tratamiento médico, evitando la diseminación de la enfermedad.

Las personas privadas de libertad tienen mucho riesgo de entrar en contacto con personas enfermas y el problema sería no tener el diagnóstico oportuno de ese enfermo que comienza a mezclarse con los demás internos que están recluidos en una cárcel por el tema de hacinamiento.

“Generalmente en las cárceles encontramos una incidencia muy alta de tuberculosis de casos nuevos, por las debilidades del diagnóstico” dijo Encinas al considerar que se debe fortalecer el diagnóstico rápido dentro de la población carcelaria e iniciar el tratamiento inmediato para evitar que esa persona empiece a contagiar a los demás.

Otra sugerencia planteada fue, fortalecer la detección temprana de la enfermedad entre reos nuevos, que al resultar positivos serían un factor de contagio para los demás internos.

Encinas, admitió que no se puede evitar el hacinamiento en las cárceles, pero manifestó que por lo menos hay que fortalecer el diagnostico, oportuno y rápido y el descarte, antes del ingreso de cualquier patología que sea contagiosa.

Para llegar a esos objetivos, se tiene que trabajar con mayor coordinación entre las autoridades penitenciarias y las autoridades de salud para implementar las tareas de diagnóstico permanente en los recintos penitenciarios, dijo el galeno.

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