El tomógrafo del hospital municipal ha cumplido su ciclo de vida útil

Hace más de tres meses ha dejado de prestar servicios el tomógrafo instalado en el Hospital Alfonso Gumucio Reyes al haber cumplido eficientemente su ciclo de vida útil y no por mal uso o falta de mantenimiento, según la información que dio a conocer la administradora del nosocomio de segundo nivel Cecilia Aré y el radiólogo Gregorio Farfán.

La reposición de un tubo, principal elemento para la generación de las imágenes, que es el que está dañado, tiene un costo superior a un millón de bolivianos y la adquisición de otro aparato similar o más moderno, supera los 11 millones de Bs. según la información.

Aré manifestó que el ejecutivo municipal está haciendo los esfuerzos para realizar operaciones de traspaso de recursos para dar solución a esta necesidad, pero lo cierto, dijo la administradora, es que no existen recursos inmediatos, pero es más viable el cambio del tubo, que le daría unos tres años más de servicio.

Según la autoridad del hospital, el tomógrafo fue utilizado al doble de su capacidad durante la primera ola de la pandemia, ante la necesidad de responder a los requerimientos de los pacientes, lo que aceleró el término de su vida útil, aunque aseguró que los pacientes que requieren de este servicio no han sido abandonados, ya que se cuenta con un convenio con el hospital de tercer nivel donde los pacientes son referidos para recibir este servicio.

El operador del equipo, radiólogo Gregorio Farfán, ratificó la versión sobre el uso intensivo y absolutamente necesario del tomógrafo debido a la pandemia, lo que incidió en su deterioro. Desmintió versiones tendenciosas de que este aparato hubiese sido mal utilizado o que tuvo falta de mantenimiento. Aseguró que la empresa proveedora del equipo, enviaba a sus técnicos cada seis meses, para el respectivo mantenimiento.

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