Luego de una jornada llena de alegría y de entusiasmo derrochado durante el desarrollo de la tarde de la tradición de la calle Ayacucho, efectuado la tarde y parte de la noche del sábado, la mañana de este domingo desde temprano se realizaron los aprestos para dar partida a la marcha de la tradición desde la rotonda norte de la ciudad como preámbulo del Día de la Tradición la actividad más importante del cierre de festejos de carácter cultural en conmemoración del aniversario de Montero.
Al ritmo de sones orientales, autoridades y pueblo representado por dirigentes de diversas instituciones, ciudadanos consubstanciados con su tierra, hermosas jóvenes que lucieron su belleza con atuendos propios de estas regiones, marcharon finalmente hacia el centro de la ciudad para luego dirigirse a la sede del civismo montereño.
Por primera vez en más de veinte años, como efecto de los cambios a que nos obligó la pandemia del coronavirus, el Comité Cívico, fue la meta final y no la partida, de la marcha de la tradición en cuya plazuela aledaña, se instaló el principal escenario donde las autoridades expresaron su sentir en torno al rescate y preservación de las costumbres regionales.
Todos se refirieron a lo promisorio del cultivo de la tierra en esta parte del territorio cruceño y la fecundidad con que produce el alimento distribuido en todo el país. A la belleza de sus paisajes, la labor del agricultor y el trabajo realizado en otras actividades, que hacen de Montero una ciudad de progreso y oportunidades para quienes ponen voluntad y trabajo con amor por esta tierra.
Los oradores, entre ellos el presidente del Comité Cívico Freddy Saucedo y el alcalde municipal Regys Medina, resaltaron la participación de la ciudadanía en estos actos que de alguna manera ponen de relieve las tradiciones nativas y las costumbres que dejaron los antiguos habitantes caracterizados por la alegría, la franqueza y la hospitalidad, muy propias del oriente boliviano.
Los asistentes, aprovecharon para servirse un rico maja’o, y otras delicias de la cocina oriental, refrescos como la chicha y el nacionalmente conocido moconchinchi que ha sido incorporado al gusto de los cruceños como una de las más deliciosas bebidas refrescantes.
Así culminaron las celebraciones de carácter cultural que había programado el Comité Cívico de Montero y el Comité Cívico Femenino, en adhesión a las celebraciones del 167 aniversario de su fundación y crecimiento alrededor de la capilla de San Ramón, bendecida el 30 de agosto de 1854 en el todavía caserío de La Víbora, cambiando su nombre desde entonces al de San Ramón de la Víbora. Y finalmente, desde el 4 de diciembre de 1912, en Montero.
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