Al creciente número de casos de Covid-19 en nuestro municipio se suma en los últimos días la aparición de casos de Dengue. No se conoce información sobre Zika y Chikungunya, seguramente porque esas enfermedades no se han presentado en nuestro medio. Bien por la salud de nuestra población.
A pesar de la intensidad con que en los últimos días atacó el coronavirus, las autoridades que conforman el COEM, disminuyeron la severidad de las restricciones, a lo que se suma la desobediencia de los expendedores de bebidas y de personas que le dan extrema importancia a la diversión y al consumo de bebidas alcohólicas y sobrepasan los horarios, sin un control suficientemente estricto como para poner freno a este desorden ciudadano.
De nada sirven las leyes municipales y las ordenanzas o cualquier normativa de prevención en esta época de Covid, si no hay conciencia ciudadana y menos autoridad que haga cumplir estas normas de manera estricta y permanente.
Poco resultado tienen las movilizaciones entusiastas pero esporádicas de servidores públicos en las zonas de los mercados si estas no se repiten de manera sostenida con una programación y coordinación que garantice buenos resultados.
Bien por el despliegue de personal a los mercados, sugiriendo o exigiendo a los reacios a usar el barbijo o mantener distancia, pero estos operativos se tienen que repetir hasta cansar, solo así, estas campañas, lograrán alcanzar sus objetivos.
Decíamos que a los casos de Covid, se suman los del Dengue, una de las enfermedades que en época de lluvias y humedad como la actual, estaría en primer plano. Sin embargo, como lo cataloga la Organización Panamericana de la Salud, OPS, es una de las enfermedades endémicas olvidadas, pero que requieren atención.
En nuestro municipio se han anunciado dos veces campañas de eliminación de criaderos de mosquitos que no se han realizado o han sido mal ejecutadas. No existe un estudio entomológico, que debería darnos una idea de la proporción en la infestación del mosquito Aedes en las diferentes zonas del municipio y en consecuencia planificar una labor de Control de Vectores, que tampoco vemos que existe.
Salvo una ilusoria fumigación por las calles, similar a una campaña política por sus características, ha sido una muestra de lo poco que las autoridades encargadas de proteger la salud de la población han hecho en los últimos meses. Desde hace varios años, se sabe que la fumigación con insecticida no es la solución a la multiplicación de los mosquitos transmisores del Dengue.
Esa labor es concomitante a un estudio sobre el daño que el insecticida puede provocar en otros seres vivos y se debe estudiar permanentemente la posibilidad de resistencia del mosquito al insecticida en uso, para estar seguros de su efectividad.
Según la OPS, “La fumigación no es el mejor método para eliminar el mosquito. La aplicación de insecticidas es una medida destinada a eliminar a los mosquitos adultos que pueden transmitir la enfermedad del Dengue, Zika y Chikungunya”. Es más eficiente el poner freno a la multiplicación de los vectores y eso se consigue con la eliminación de los criaderos donde se desarrollan las larvas, que por millones se multiplican cada segundo de vida.
Es hora de que nuestras autoridades responsables de cuidar la salud de sus ciudadanos, orienten su trabajo con las directrices de los organismos rectores de la salud, OMS y OPS y las políticas de planificación del Ministerio de Salud, encaminadas a afrontar las enfermedades que aquejan, especialmente a las familias menos pudientes.
Y hay otros temas relacionados con la salud… Nos preguntamos si la salud, es ‘prioridad’ en las políticas de la Subgobernación de la provincia Santistevan y del Gobierno Municipal de Montero, como se ha estado pregonando.
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