Un incendio de gran magnitud ocurrió la tarde del domingo, consumiendo un depósito de motocicletas propiedad del empresario Edwin Tupa. También afectó a seis viviendas en el barrio Virgen de Guadalupe, ubicado en el Distrito 1, frente a la feria Exponorte. Por el momento, las causas del siniestro son desconocidas, pero dejó graves daños materiales.
Según el testimonio de los propios vecinos, la emergencia comenzó alrededor de las 18:00, cuando las llamas comenzaron a propagarse en el depósito de motocicletas de Edwin Tupa. El edificio sucumbió al calor del fuego y colapsó.
Posteriormente, el fuego afectó a seis viviendas, causando graves daños económicos a los residentes. El llamado de auxilio fue atendido por los bomberos del Ingenio Azucarero, quienes fueron los primeros en llegar a la zona de emergencia y desde entonces han intentado sofocar las llamas. Sin embargo, el fuego resultó incontrolable debido a la combustión de los neumáticos.
El Ingenio Guabirá dispuso tres unidades con 15 personas y ocho cisternas de abastecimiento de agua de la Brigada Contra Incendios para hacer frente al incendio. A ellos se unió un grupo de personas voluntarias que llegaron para apoyar en las labores de control.

Los voluntarios que lucharon contra las llamas pusieron en riesgo su salud debido al monóxido de carbono que se desprendía de la combustión de neumáticos y otros productos inflamables. Por esta razón, la Gerencia de Salud de la provincia Obispo Santistevan activó su plan de emergencia, habilitando ambulancias del sistema público y clínicas privadas para atender cualquier contingencia, según lo anunció Juan Carlos Maciel, quien llegó al lugar del incendio para distribuir mascarillas que eviten la inhalación de gases peligrosos.
La participación de efectivos de la Dirección Regional de Tránsito fue oportuna, ya que ayudaron a controlar el tráfico vehicular en la carretera, desviando los vehículos hacia el otro carril de la vía.
Alrededor de las 20:42, dos camiones cisternas llegaron desde el municipio de Warnes para apoyar en la extinción de las llamas y enfriar los muros que en algunas áreas fueron derribados para permitir que las mangueras tuvieran el espacio necesario para arrojar agua sobre las llamas.
Hasta el cierre de esta nota, los trabajos para extinguir las llamas continúan, y aún no se ha podido cuantificar el alcance de los daños materiales y económicos causados por el siniestro. Afortunadamente, no se reportaron víctimas fatales.
Esta emergencia desnudó una vez más la vulnerabilidad en la que se encuentra nuestra ciudad ante la carencia de una Estación de Bomberos que tenga una respuesta inmediata y ante la falta de políticas claras en este sentido de parte de las autoridades que estuvieron y están en la función pública.
*Con datos de Ricardo Justiniano.
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