Arce Catacora asume el mando presidencial dispuesto a recuperar la economía del país

Luego de demandar honor y gloria a los ancestros y a los mártires de las luchas por la recuperación de la democracia, Luis Arce Catacora, el nuevo presidente del Estado Plurinacional de Bolivia asumió el mando del Gobierno boliviano, con el compromiso de gobernar con responsabilidad e inclusión, afrontando los cambios necesarios con el objetivo de que Bolivia vuelva a la senda de la estabilidad lo antes posible, tal como lo manifestó en su discurso.

Arce manifestó que su gobierno trabajará incansablemente sirviendo al pueblo boliviano y se comprometió a vencer la pandemia y  triunfar sobre la crisis como ocurrió en años anteriores, “porque somos un pueblo luchador, perseverante y valiente que mira sin miedos y con optimismo y con la fuerza de saber que somos capaces de conseguir”

El presidente de los bolivianos, expresó que quiere llevar adelante un gobierno para todos, sin discriminación de ninguna naturaleza y que buscará reconstruir la Patria, en unidad para vivir en paz.

Hizo alusión a lo que considera un atentado a la democracia lo ocurrido en noviembre 2019, “Después de 21 días en que se escamoteó la voluntad popular expresada en las urnas, Bolivia fue un escenario de una guerra interna y sistemática contra el pueblo, especialmente contra los humildes” con un gobierno transitorio que no cumplió con la pacificación y la convocatoria a elecciones.

“Se sembró muerte, miedo y discriminación, recrudeció el racismo y se usó la pandemia, para prorrogar un gobierno ilegal e ilegítimo, Sacaba, Senkhata y El Pedregal fueron una prueba irrebatible de la brutalidad del régimen”, sostuvo Arce y parafraseando a Marcelo Quiroga Santa Cruz, dijo que “no es el odio lo que impulsa nuestros actos, sino una pasión por la justicia”.

Entre otras frases para destacar, Arce Catacora, manifestó que “durante meses se llenaron la boca de democracia para unos, mientras se intentaba proscribir, no solo al MAS sino al pueblo en su conjunto.

Sostuvo que “una inmensa mayoría plurinacional enfrentó el peligro de la proscripción, la criminalización y la persecución. Se estigmatizó a los movimientos sociales, a campesinos, indígenas y obreros, se los llamó de salvajes, de sediciosos, de terroristas, se humilló a las mujeres de pollera, se quemó nuestra Wiphala”.

“Desde sectores minoritarios de la población, como quedó en evidencia en las elecciones de octubre pasado, se quería una democracia solo para unos pocos”, dijo.

“En los hechos, estos sectores minoritarios, levantan la bandera de la democracia solo cuando les conviene y cuando no, recurren a la desestabilización, a la violencia, a los golpes de estado, para hacerse del poder, lamentablemente, algunos grupos quieren volver a la democracia excluyente, mutiladora de nuestra plurinacionalidad, en la que no participen aquellas mayorías, que con el esfuerzo de su trabajo hacen posible la Bolivia de todos los días”, expresó el nuevo mandatario.

Se comprometió a rectificar lo que estuvo mal y a profundizar lo que estuvo bien del anterior gobierno y aseveró que el pueblo tiene el derecho de disfrutar de la riqueza que debe ser para todos y no para unos cuantos, a tener derecho a la salud a la educación, a la vivienda.

Su gobierno estará basado en el modelo económico social comunitario productivo al cual se retornará a través de la distribución de los ingresos, los bonos, que siempre irán de la mano de su política económica, tendiendo a la reducción de la pobreza y las desigualdades sociales.  

Criticó duramente al manejo económico del gobierno de Áñez y aseguró que no hubo una adecuada atención en la lucha contra la pandemia que fue utilizada como pretexto para endeudar más al país.  

Pero además, planteó la necesidad de entrar en una dinámica de sincronización entre la sociedad civil y todos los órganos del estado, entre el sector público y el sector privado, así como entre las diferentes agrupaciones políticas, unidad y complementariedad entre oriente y occidente, entre el campo y la ciudad.

En cuanto a la recuperación del país, aseguró que han trabajado en planificar la economía y retomar la dinamización de la demanda interna, “tenemos grandes proyectos que vamos a poner en marcha gradualmente en los próximos meses, cumpliendo así nuestro compromiso de campaña con el pueblo, porque día que pasa sin tomar acción, día que se complica la situación de Bolivia”

Por otro lado, Arce dijo que cree en la justicia, pero que “no se fomentará un ambiente de resentimiento y venganza que no respeta la libertad de pensamiento en donde ser de otro partido o color político, hace ser objeto de odio”

“Los únicos que deben temer son los infractores, los criminales, los violentos y los que cometan actos de corrupción”, afirmó el mandatario.

Finalmente se dirigió a la comunidad internacional, asegurando que “somos una nación soberana, con un Gobierno nacido en las urnas, y nuestra voluntad es trabajar por un mundo multipolar, en el que no exista la supremacía de ninguna potencia, y en la que todos los estados y seres humanos, vivamos sin miedo, sin guerras, sin odios, sin saqueo de nuestros recursos naturales, sin explotación, sin racismo y discriminación, sin amenazas y sin presiones de ninguna naturaleza. Levantamos la bandera de la diplomacia de los pueblos por la vida y de un mundo sin muros, debemos poner fin a todo aquello que nos impide reconocernos como iguales. Asumimos con fuerza hoy más que nunca los principios de la autodeterminación de los pueblos, la no intervención, el no alineamiento y la plena igualdad jurídica y política, de todos los Estados sin ninguna forma de subordinación”.

Fotos: Captura de BTV

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