En 2021 en Montero se presentaron más casos de violencia sexual que en 2020

La responsable de la Unidad de Víctimas Especiales UVE Silvia Mejía, informó que esta dependencia municipal, ha registrado en 2021 un total de 184 casos de violencia sexual, que supera al registro de 2020 que fue de 124 casos, es decir 60 casos más que la anterior gestión.

La autoridad dio a conocer que el pasado año se presentaron 29 casos de violación, 10 de violación agravada, 36 casos de violación niño niña, 49 de delito de abuso sexual, 4 de acoso sexual, 36 casos de estupro, 7 de estupro agravado y 7 de tentativa de violación. Además se presentaron 5 casos de trata y tráfico de personas y un caso de aborto.

En opinión de la responsable de la UVE, los casos se han incrementado en 2021 debido a lo más intenso de la pandemia y de las restricciones. La mayoría de los casos se dan en el entorno familiar, y son cometidos por los propios padres biológicos, tíos y otros familiares o amigos que frecuentan a las familias.

Entre las víctima se cuentan cuatro casos de violación de menores varones, mientras que las víctimas de violación más frecuentes son menores entre 11 a 18 años de edad.

Son agravantes de estos casos de violencia sexual, cuando el autor de la violación es el padre biológico u otro familiar, cuando hay transmisión de enfermedad de tipo sexual  o que la víctima quede embarazada, manifestó Mejía.

Del total de casos, la mayoría están entrando a la etapa de juicio oral, en algunos ya se  tiene sentencia toda vez que algunos se declararon culpables dentro de la misma audiencia cautelar, unos 10 imputados se sometieron a proceso abreviado aceptando su culpabilidad en la primera o segunda audiencia, informó Silvia Mejía. Mientras que otros casos todavía esperan ingresar a los procesos y algunos quedaron paralizados por la pandemia y están en proceso de normalización de la labor del sistema judicial.

Según expresiones de la autoridad de la UVE, adolescentes a partir de los 11 años, son víctimas de abusos sexuales debido a falta de conocimiento general en cuanto a la sexualidad, falta educación y apoyo de los padres para definir qué es lo malo o lo bueno para un niño o niña que está en crecimiento.

Por otro lado, no deja de ser un hecho influyente la falta de cuidado y dar mucho espacio libre a los adolescentes en el uso de la tecnología y las redes sociales. “No es malo, pero hay que saber con quienes se relacionan los adolescentes que están desarrollando o queriendo formar una madurez de criterio”, manifestó Mejía.

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